El gobierno de Donald Trump inició formalmente el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cumpliendo las advertencias que hizo en varias ocasiones al criticar al ente por su respuesta a la pandemia.
Estados Unidos es el mayor donante de la OMS, un organismo que lidera la lucha global contra enfermedades como la polio, el sarampión y también contra epidemias de salud mental.
Trump acusó a la OMS de haber encubierto la magnitud de la pandemia del coronavirus y dijo que las posiciones de la organización son muy cercanas a China, donde surgió el virus en diciembre y país al que también responsabiliza de su propagación.
Después de varias declaraciones de Trump de suspender las contribuciones por el orden de los 400 millones de dólares anuales, el mandatario estadounidense finalmente notificó al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que su país inicia la retirada del organismo, informó un portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz del secretario general de la ONU confirmó en un comunicado que recibió la notificación el lunes, y que ahora está “en el proceso de verificar con la OMS si se cumplen todas las condiciones para la retirada”.
Estados Unidos es el país con más muertos por el coronavirus, con más de 130.306 fallecidos y enfrenta un alza de los contagios en el sur y el oeste del país.
El retiro será efectivo en un año -el 6 de julio de 2021- por lo que si Joe Biden, el rival demócrata de Trump en las elecciones de noviembre gana, podría dejar en suspenso esta decisión.
“Esto no va a proteger las vidas o los intereses de los estadounidenses, los deja enfermos y solos”, indicó el senador demócrata Bob Menendez, que afirmó que calificar como caótica e irresponsable la respuesta de Trump a la pandemia es quedarse corto. Y añadió que “el Congreso de EEUU recibió la notificación de que el presidente retiró oficialmente al país de la OMS en medio de una pandemia”.
En abril, Trump congeló temporalmente los fondos que EEUU aporta a la OMS, al acusar a esa institución de estar “sesgada” a favor de China y de haber gestionado mal la emergencia sanitaria del COVID-19.
A finales de mayo, el mandatario informó su decisión de “romper” con esa organización internacional y de canalizar los fondos que le aportaba “a otras necesidades urgentes de salud pública a nivel global”.
Con información de AFP y EFE
