En una cantera, del municipio de Acuña, al norte del estado
de Coahuila, que colinda con el Río Bravo, científicos europeos y mexicanos
encontraron un espécimen de un Pterosaurio, reptil volador de los más
grandes que vivió en la Era Mesozoica o Era de los Dinosaurios, hace 93
millones de años.
Héctor Rivera Sylva, director del Departamento de
Paleontología del Museo del Desierto (MUDE), y coautor del trabajo de
investigación, dijo que este ejemplar, que se creía extinto hace 96
millones de años, perteneció a la familia de Ornithocheridos previamente
desconocida en México. Esta familia fue la más exitosa de entre todas las
familias de reptiles voladores de los Pterosaurios más grandes que hubo antes
de Quetzalcoatlus al final de la Era Mesozoica o Secundaria, refirió.
Además, explicó, es la primera constancia que se tiene en el
mundo de una familia de reptiles voladores desconocida en México, llamada
Ornithocheridos.
El Pterosaurio fue un reptil volador muy grande y muy
similar al Coloborhynchus de Inglaterra, tenía una envergadura (distancia entre
las dos puntas de las alas completamente extendidas) estimada de 3 a 3.5
metros.
Aunque en Acuña solo pudo encontrarse un Metatarso, un
hueso de la mano que conforma el ala, señaló que este es suficientemente
característico para poder determinar que le perteneció a la familia
Ornithocheridae.
Estos reptiles voladores, resaltó, eran excelente
pescadores, y teorías actuales evidencian que podían volar enormes
distancias, pues se han encontrado los mismos tipos de Pterosaurios en
Inglaterra y en Brasil.
La evidencia mundial
"Tenemos –enfatizó– un descubrimiento muy importante
para la ciencia. Hasta ahora este nuevo registro es la evidencia más joven
de dicha familia para el mundo, con una edad de 93 millones de años,
cuando se creía desaparecido hace 96 millones de años", subrayó el
paleontólogo.
En los trabajos de investigación que duraron dos años participaron
el Jefe del Departamento de Paleontología del Museo de Historia Natural de
Karlsruhe, Eberhard Frey; Wolfgang Stinnesbeck, David Martill, y del lado
mexicano, Héctor Porras, y Héctor Rivera Sylva. Son investigadores de la
Universidad Heidelberg y del Museo de Historia Natural de Karlsruhe, Alemana,
la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, el Museo de Paleontología de Múzquiz,
y el Museo del Desierto (MUDE).
El espécimen se encuentra resguardado en el Museo de Paleontología de Múzquiz, en la Región Carbonífera de Coahuila, apuntó. Héctor Rivera Syl aseguró que fue un hallazgo invaluable del grupo internacional de paleontólogos alemanes, británicos y mexicanos, quienes acaban de publicarlo en la revista especializada Palaeovertebrata.
Con información de El Universal