“Si no nos morimos de coronavirus, nos vamos a morir de
hambre”, expresa Luis Martín Cruz Olguín, presidente del Frente Único de
Tianguistas de la Tercera Edad, A.C.
Los tianguistas son uno de los grupos más afectados por la
pandemia. Desde marzo, cuando se suspendieron los tianguis como medida
sanitaria, esos vendedores se quedaron sin trabajo.
“Ya son cuatro meses para ser exactos (que no trabajamos) y
es una situación demasiado difícil porque nosotros estamos al día. El trabajo
es al día: si vendemos, comemos; si no vendemos, no comemos”.
Cruz Olguín asegura que decenas de tianguistas están en la
misma situación, tan solo en la asociación que encabeza tiene registrado a 170,
mientras que en la Unión de Tianguistas del Estado de Yucatán hay unos 120.
Ambas agrupaciones se unieron en busca de apoyo tanto en el
gobierno del Estado como el Ayuntamiento de Mérida, pues a la fecha, asegura
Cruz Olguín, no han recibido ninguna ayuda.
Aunque reconoce que sí les tocó despensa, ésta se distribuyó
de manera general a todos los habitantes. En lo particular, “como tianguistas
no nos han apoyado”.
En el Ayuntamiento les pidieron la relación de todos los
tianguistas, incluyendo sus direcciones para brindarles despensas. “En eso
estamos, pero es difícil reunirlo porque con esto (la pandemia) no se puede
salir”.
Cruz Olguín calcula que para esta semana ya deben tener toda
la documentación para presentarla a la Comuna y ver de qué manera los pueden
apoyar. “Mientras más pronto, mejor”.
Donde no han recibido respuesta es en el gobierno estatal a
pesar que la semana pasada enviaron un escrito solicitando apoyo, de lo cual
informamos.
“Desde un principio le escribimos al señor gobernador
diciéndole que teníamos un problema para comer y que si nos mata el coronavirus
nos mata el hambre”.
Entre las peticiones está un apoyo económico de por lo menos
20,000 pesos. “Como esta situación de la enfermedad continuará, veo difícil que
nos apoyen, pero lo seguiremos intentando”.
Y es que, dice, el recurso serviría para que los tianguistas
levanten sus puestos cuando la pandemia se acabe, pues muchos ya se han gastado
lo poco que tenían guardado para subsistir.
Cruz Olguín señala que desconoce cuál es la situación de la
mayoría de sus agremiados, pero “hay gente muy pobre, gente de condición muy
humilde. Un servidor, estamos con mis hijos que nos traen algo, pero hay gente
que no tiene familia y está en una condición demasiado difícil”.
Fuente: Megamedia