El exdirector de la petrolera estatal mexicana Emilio Lozoya
acusó al expresidente Enrique Peña Nieto y a uno de sus más cercanos
colaboradores de orquestar una operación de sobornos y desvío de recursos para
financiar parte de su campaña presidencial y aprobar una histórica reforma
energética que abrió el sector a empresas extranjeras.
En una de las más explosivas acusaciones en la historia
política reciente del país, Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex),
acusó ante la Fiscalía General a Peña Nieto y a quien fuera su secretario de
Hacienda, Luis Videgaray, de recibir dinero de la empresa brasileña Odebrecht
durante su campaña de 2012 y, una vez en el poder, utilizar a la empresa
petrolera para cumplir “compromisos” adquiridos.
Los señalamientos forman parte de la denuncia penal que
Lozoya presentó hace unos días ante las autoridades federales a cambio de
recibir beneficios legales frente a acusaciones en su contra, también
relacionadas por supuestamente recibir sobornos de Odebrecht.
The Associated Press tuvo acceso a una copia de la denuncia,
cuya autenticidad fue corroborada por dos personas con conocimiento de la
investigación y que pidieron no ser identificadas por ser un caso abierto. La
Fiscalía General confirmó poco después la veracidad del documento.
“Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso crearon un esquema
de corrupción en el gobierno federal, en el cual el común denominador era el
siguiente: todas las personas que de cierto modo apoyaron a la campaña
presidencial tenían que ser remuneradas o compensadas”, señaló Lozoya en
referencia a contractos que recibirían del gobierno.
El exdirectivo acusó a Peña Nieto y Videgaray de extorsión y
fraude y de implementar “un aparato organizado de poder que –desde las más
altas esferas del régimen— instrumentó lo necesario... para obtener beneficios”
y a que a él lo utilizaron para poder conseguir sus objetivos.
El actual mandatario Andrés Manuel López Obrador dijo que se
enteró de la denuncia y que comenzó a leerla el miércoles por la noche, pero no
terminó de leerla completa porque “me estaba desvelando y no quería tener
pesadillas”.
“Por lo que estaba leyendo está escandalosa”, dijo el
presidente de México en su conferencia de todas las mañanas. “Es una denuncia
muy grave, pero desde luego esto no significa que todo lo que ahí se dice sea
cierto; falta que la autoridad, en este caso la fiscalía, recabe todas las
pruebas que ahí se ofrecen”.
Lozoya fue detenido España y extraditado a México para
enfrentar cargos por supuestamente haber recibido más de cuatro millones de
dólares en sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña señalada de
incurrir en actos de corrupción en varios países de América Latina para obtener
contratos públicos.
Después de su extradición a México, las autoridades
anunciaron que habían alcanzado un acuerdo con Lozoya para que evitara ir a la
cárcel a cambio de dar información y pruebas sobre la supuesta red de
corrupción durante el gobierno de Peña Nieto (2012-2018).
Videgaray se desempeñó en 2012 como coordinador de campaña
de Peña Nieto y Lozoya como su encargado de vinculación internacional, una
posición desde la que estaba en contacto con potenciales inversionistas en caso
de que ganara la presidencia.
Lozoya aseguró en la denuncia que los sobornos de Odebrecht
tenían como propósito no sólo ganar contratos públicos, sino también
influenciar el avance de una ambiciosa reforma energética que finalmente fue
aprobada a fines de 2013 y que abrió el sector de exploración y explotación
petrolera a compañías privadas, algo que se había prohibido en la primera mitad
del siglo XX.
A principios de 2012, Videgaray dijo a Lozoya que pidiera
seis millones de dólares a Odebrecht y que le dijera a los directivos de la
compañía que serían recompensados cuando Peña Nieto ganara. Presuntamente parte
de esa recompensa se vería tras la aprobación de la reforma energética.
“Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso me indicaron en
febrero del 2013 que se requería entregar montos importantes de dinero a la
oposición para que ésta votara a favor de ciertas reformas estructurales del
interés del presidente Enrique Peña Nieto”, señaló Lozoya.
Según el exdirectivo, el dinero se entregó en fajos y bolsas
de plástico transparente para que los políticos pudieran ver el contenido. De
hecho, esta semana se filtró un video en el que al parecer se ve una de esas
supuestas transacciones.
Lozoya aseguró que por lo menos una docena de legisladores
de la oposición recibieron sobornos, entre ellos José Antonio Meade, quien fue
candidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el
mismo de Peña Nieto. Meade fue derrotado por López Obrador.
Entre los políticos mencionados están cinco senadores,
incluido el actual gobernador del estado norteño de Tamaulipas, Francisco
García Cabeza de Vaca. También acusó al entonces legislador Ricardo Anaya, quien
en 2018 fue candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN).
Anaya se deslindó de las acusaciones en un video que publicó
la víspera y el jueves presentó una demanda por daño moral contra Lozoya.
“Como lo anticipé, hoy inicié acciones legales ante el Poder
Judicial Federal, a fin de demandar por daño moral a Emilio Lozoya… La verdad
está de mi lado”, escribió Anaya en su cuenta de Twitter.
Aseguró que el expresidente Carlos Salinas de Gortari
(1988-1994) también participó, supuestamente a nombre del PAN, aunque el
exmandatario era miembro del PRI.
“La actitud de los panistas en obtener recursos era brutal”,
dijo.
De avanzar jurídicamente los señalamientos de Lozoya, el
expresidente podría ser citado a declarar por corrupción, algo nunca visto en
la historia reciente del país. Además, políticamente favorecería a López
Obrador, quien llegó al poder con la promesa de erradicar la corrupción en
México.
“No estamos persiguiendo a nadie, nosotros lo que queremos
es que se acabe la corrupción, el bandidaje oficial que existía, que ya no haya
Lozoyas y García Lunas para que quede más claro”, dijo López Obrador.
“Que ya se acabe con la peste de la corrupción que es lo que
mas ha dañado a México, es lo que más sufrimiento le ha originado al pueblo y
es lo que queremos limpiar”, agregó.
El PAN rechazó en un comunicado los señalamientos y
consideró que Lozoya “está dispuesto a declarar cualquier cosa con tal de no ir
a la cárcel”, pero que ahora le corresponde probar sus acusaciones.
Por su parte, Meade aseguró que en su vida pública ha
actuado “con absoluta honorabilidad y legalidad”.
Ni Videgaray ni su asistente en el Instituto Tecnológico de
Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés) han respondido los correos
electrónicos de AP. Tampoco contestó quien fuera jefe de la Oficina
Presidencial de Peña Nieto.
Fuente: AP