La pandemia del coronavirus provocó la mayor paralización
educativa de la historia y el cierre de escuelas en más de 160 países afectaba,
a mediados de julio, a más de mil millones de estudiantes, dijo el secretario
general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, el martes.
Además, al menos 40 millones de niños en todo el mundo se han perdido la educación "en su año crítico de preescolar'', agregó.
Como resultado, Guterres advirtió que el mundo enfrenta una "catástrofe" generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y "exacerbar las desigualdades enquistadas".
Antes incluso de la pandemia, el mundo sufría "una crisis de
aprendizaje'', con más de 250 millones de niños sin escolarizar y
solo un cuarto de los jóvenes de secundaria que dejaban la escuela en países en
desarrollo tenían "habilidades básicas'', explicó Guterres.
Según una proyección global sobre 180 países elaborada por la agencia educativa de la ONU, UNESCO, y organizaciones asociadas, unos 23.8 millones de alumnos más entre el jardín de infantes y la universidad están en riesgo de abandonar sus estudios o de no tener acceso al próximo curso académico por el impacto económico de la pandemia.
"Estamos en un momento decisivo para los niños y jóvenes del mundo", dijo Guterres en un mensaje en video y en una conferencia de prensa sobre el informe de 26 páginas.
"Las decisiones que los Gobiernos y los socios tomen ahora tendrán un impacto duradero en cientos de millones de jóvenes y en las perspectivas de los países en vías de desarrollo para las próximas décadas''.
Según el reporte, "la paralización educativa sin precedentes" por la pandemia está lejos de terminar y hasta 100 países no anuncian todavía el calendario para la reapertura de centros educativos.
Guterres pidió acciones en cuatro áreas clave, la primera de ellas la reapertura de los centros educativos.
"Una vez que la transmisión local del Covid-19 esté bajo control, hacer que los estudiantes regresen a las escuelas e instituciones educativas con la mayor seguridad posible debe ser una prioridad", manifestó.
La UNESCO tiene previsto celebrar una importante videoconferencia de alto nivel en otoño, probablemente en la segunda mitad de octubre, para lograr compromisos de los líderes mundiales y de la comunidad internacional que sitúen a la educación en primera línea de las agendas para la recuperación, explicó la subdirectora general de la institución para Educación, Stefania Giannini, a reporteros.
"Puede haber compensaciones económicas, pero cuanto más tiempo sigan cerradas las escuelas, más devastador será el impacto, especialmente en los niños más pobres y vulnerables", advirtió Giannini.
Los colegios no solo proporcionan educación, sino que también ofrecen protección social y nutrición, especialmente a jóvenes vulnerables, afirmó.
La crisis del coronavirus amplió las desigualdades digitales, sociales y de género, dijo Giannini añadiendo que las niñas, refugiados, discapacitados, desplazados y jóvenes de zonas rurales son los más vulnerables y tienen oportunidades limitadas para continuar su educación.
Guterres dijo que incrementar la financiación de la educación debería ser una prioridad.