Alguien tocó a la puerta de la casa de Derlin Newey, un repartidor de pizzas que pasa de los 89 años, y le dio una sorpresa enorme. Era un cheque por 12.069 dólares.
Este anciano residente en Utah le dedica más de 30 horas semanales a repartir pizzas producidas por la célebre marca Papa John’s. Empezó a hacerlo cuando cayó en la cuenta de que no le alcanzaba con su retiro, según le contó él mismo al canal local KSL.TV.
Pero gracias a su amabilidad y su carisma, Newey se hizo del aprecio y la consideración de muchos de sus clientes habituales, a quienes siempre les llamó la atención que, a su edad, este señor continuara en su empeño en ser útil y ganarse la vida.
Entre estos están los Valdez, una familia que pregunta por este amable repartidor cada vez que ordenan unas pizzas. Ellos también se dedicaron a grabar sus entregas a domicilio para luego subirlas a la red social TikTok en su canal @vendingheads.
A partir de ese momento, Newey cobró celebridad entre los residentes de la zona e incluso más allá.
“Es una locura. Todo el mundo lo ama”, declaró Carlos Valdez.
Los Valdez cuentan que este anciano tiene una frase peculiar cada vez que hace una entrega: “Hola, ¿estás buscando algo de pizza?”.
Fueron ellos quienes acudieron a sus más de 53.000 seguidores para convocarlos y que cada cual contribuyeron con lo que pudiera para hacerle un regalo y así evitar que, a esa edad, el anciano tuviera que salir tanto a la calle para ganarse la vida.
Apenas los Valdez lanzaron la convocatoria, el dinero empezó a llegar a su cuenta. En muy poco tiempo ya habían recaudado12.000 dólares.
Lo demás fue entregarle esta generosa propina. En una esquina del cheque, donde tenemos la opción de explicar la razón del pago, Newey pudo leer: “De parte de su Familia de TikTok”.
“¿Cómo puedo dar las gracias? No sé qué decir”, expresó el buen hombre conteniendo las lágrimas de la emoción, ante las cámaras de la cadena asociada a CNN.
Estaba sorprendido, no se lo esperaba. Ni siquiera lo había sospechado.
Tampoco sabía qué era TikTok.
Solo quería transmitirles a todos por su gesto. Era un hombre feliz y sumamente agradecido.
“No sé qué decir, excepto gracias”, dijo Newey.
“Él necesitaba esto”, declaró Carlos Valdez, quien llevaba puesta una camiseta con la frase preferida del repartidor: “Hola, ¿estás buscando algo de pizza?”.
“Me alegro de que pudiéramos ayudarlo. Solo tenemos que tratar a las personas con amabilidad y respeto como él lo hace”, dijo.
“De veras que nos robó el corazón”, concluyó.
