Con la pandémica presencia del SARS-CoV-2 todavía vigente en
buena parte del mundo, para el doctor en genética y biología celular Miguel
Pita resulta aún muy pronto poder saber qué se ha aprendido como
sociedad de todo esto.
De lo que no tiene duda alguna el profesor e investigador de
la Universidad Autónoma de Madrid, cuyo trabajo se centra en la genética del
comportamiento y la psicopatía subclínica, es de la importancia y el papel
preventivo que jugará en los tiempos venideros el no olvidar.
"Dentro de unos años veremos qué es lo que ha aprendido la humanidad, si
ha sacado conclusiones para evitar situaciones como ésta, o si ha hecho un
ejercicio que a veces se repite en la humanidad, que es el ejercicio de
olvidar; olvidar situaciones que, para que no se repitan, es conveniente
recordar", sostiene en entrevista telefónica Pita (Madrid, 1976).
"Eso podría ocurrir, pero para eso es pronto", afirma el autor
de Un día en la vida de un virus y El ADN dictador. Y es que por
el momento, continúa, el mundo entero sigue conmocionado por el azote del
coronavirus, padeciéndolo en mayor o menor medida, acaso con la sensación
de lo mucho que cambiará el mundo luego de esto.
"Creo que estaría bien que, de alguna manera, lo cambiase y que sacásemos
conclusiones", apunta. "Pero no es seguro que no vayamos a ser una
sociedad amnésica como en anteriores ocasiones, y que dentro de dos años
estemos cometiendo errores parecidos".
En la comunidad científica, por el contrario, el madrileño percibe signos de un
cambio interesante. En especial por esa gran coordinación, como no se había
dado nunca, el uso de nuevas herramientas y la obtención de resultados en
tiempo récord.
"Entonces sí ha habido cambios, cambios positivos, por lo menos en el
terreno científico y en el clínico. Espero que también veamos que haya cambios
(sociales) que vayan más allá de simples gestos, que supongan aprendizajes
para la humanidad y para evitar que situaciones como ésta (la pandemia) se
repitan", apunta.
"Por ejemplo, evitar el acercamiento a la fauna salvaje o cuidar
más nuestros ecosistemas para no romper los equilibrios, y que ciertas especies
de virus que están muy lejos de nuestra especie no se acerquen; que no perdamos
esos ecosistemas que hacen de amortiguador y que nos separan de ellos. Tenemos
que esperar para ver qué hemos aprendido, y espero que sí sea mucho".
Lotería viral
Durante los pasados meses de confinamiento en España, Pita
escribió el libro Un día en la vida de un virus, ejercicio breve que
explica en un tono accesible por qué los virus aparecen, desaparecen y,
en general, forman parte del panorama que supone convivir en el planeta Tierra.
"Ellos también son parte de este escenario", dice el científico.
Un guiño a cómo de la materia surgen estas entidades virales capaces de
poner en jaque a nuestra sociedad y a nuestra especie, tal como hemos
atestiguado en todo el mundo este año.
"Lo que pasa es que bajo ciertas circunstancias es más probable que se
produzcan pandemias que bajo otras. Estamos en un momento en la historia de
nuestra especie en que hay varios factores que aumentan la probabilidad de
que existan virus", precisa.
Así, aunque los virus surgen por azar y casualidad, Pita dilucida la lógica de
las pandemias y por qué muchos científicos llevaban tiempo esperando que esto
ocurriese, a partir de circunstancias como la superpoblación, la pérdida
de los ecosistemas y el acercamiento a las especies salvajes.
Y, a causa de esto mismo, por qué puede que se repita, es decir, por qué no es
una situación excepcional, sino algo que volverá a darse con otras
características en repetidas ocasiones.
Pronóstico sombrío y angustioso, pero, por fortuna, prevenible en tanto la
humanidad instrumente de manera oportuna cambios significativos.
"Lo que pasa es que, ante ciertos hábitos y ciertas formas de vida, la
probabilidad (de una pandemia) es más alta. Es una lotería, pero se compran
muchos más boletos en una situación como la que vivimos ahora. La
superpoblación, por ejemplo, significa comprar más boletos. Pero está en
nuestras manos evitarlo.
"En realidad hay muchas cosas que tenemos que hacer, pero la primera, y si
sólo pudiéramos elegir una, yo elegiría ésta: tomar consciencia de que nuestra
especie no es la única en el planeta, y que tiene que respetarlo profundamente
si no quiere desaparecer más pronto que tarde", subraya Pita.
La cuestión ineludible del cambio climático y el calentamiento global, trae a
cuenta el madrileño. Algo ante lo que todos están enormemente expuestos por más
que la vida en las urbes y sociedades sofisticadas pretenda mantener al margen
la consciencia sobre la debilidad y la fragilidad de la especie humana.
La ciencia debe prevalecer sobre la política
Espero que el mundo que vivamos sea un mundo que ha sacado
conclusiones y que aprenda que los problemas dentro de cinco y diez años hay
que atajarlos hoy, y que no tenemos que solucionar los problemas del mes que
viene.
Eso se nota mucho en la investigación, por ejemplo. Queremos tener en tiempo
récord soluciones a un problema, pero para solucionar los problemas de hoy
teníamos que haber invertido hace cinco o diez años. Entonces los
solucionaríamos muy rápido.
En lo que Pita confía es en que sea un mundo donde, junto a las formas de
relacionarse y nuevas herramientas asimiladas durante este tiempo, todos los
que han vivido la contingencia comprendan que lo que hay que tener es una visión
a mediano y largo plazo, y que ésta le sea exigida, por ejemplo, a los
políticos.
"Que las políticas que hagan no sean para su legislatura, sino que tengan
visión, porque los problemas reales a los que se enfrenta la humanidad se
tienen que anticipar a largo plazo.
"Hay uno muy evidente y es el calentamiento global. Va a ser un
problema muy grave a partir de 2030, pero lo tenemos que solucionar hoy",
subraya el español.
A pregunta expresa sobre si la ciencia, en muchos países -incluido México-
desairada, quedará mucho mejor parada tras el destacado y enorme
papel que juega actualmente contra el Covid-19, Miguel Pita, científico y
comunicador de la ciencia, manifiesta que hacía mucho que el mundo no miraba
simultáneamente y en conjunto a este sector.
"Entonces, yo creo que la imagen de la ciencia está muy reforzada porque
va a ser la ciencia la que nos va a solucionar este problema.
"Los políticos están gestionando, pero en realidad los políticos lo que
están haciendo es aguantar la situación hasta que la ciencia responda, y
tengo en la cabeza lo mismo que todos: la vacuna", comenta el doctor en
genética y biología celular.
Lamentablemente, dentro de unos años, cuando haya que tomar medidas
presupuestales y de gestión para reparar lo que ha supuesto para los países,
para las economías y para el planeta en conjunto esta pandemia, la ciencia
nuevamente dejará de ser prioridad, estima Pita.
"Seguramente se piense antes en otros sectores por eso que ya comentamos:
se van a solucionar problemas más inmediatos en vez de pensar en el siguiente
problema a largo plazo que estará acechándonos.
"Entonces yo creo que, desde el punto de vista de la imagen, la ciencia sí
se va a ver muy reforzada porque va a ser quien nos saque de este atolladero,
pero creo que de nuevo a la ciencia le va a pasar lo de siempre: que una vez
que ha solucionado el problema, todo el mundo se olvida de ella",
advierte el español.