Tras 27 años de estar abandonada -luego de haber
sido incautada por la entonces Procuraduría General de la República (PGR)-
la mansión estilo árabe ubicada en la colonia Pitic
está siendo derribada.
El inmueble ubicado entre las calles Primo de
Verdad y Herminio Ciscomani era apodado como “la casa de las mil y una
noches” debido a la llamativa arquitectura.
Las obras de derribo del lugar
comenzaron el lunes poco después de las nueve de la mañana; según la
inmobiliaria Best Bienes Raíces -que colocó en su página de Internet un anuncio
del mapa del lugar- el predio será vendido en cinco partes, mas no especifican
el costo de cada una.
Casi 30 años de abandono de acuerdo con lo publicado en el
Periódico El Imparcial el 21 de noviembre de 1993 fueron “agentes
antinarcóticos de la Procuraduría General de la República quienes catearon y
aseguraron la residencia en la Pitic en medio de un fuerte operativo de
seguridad y el el hermetismo en las informaciones”.
La nota publicada en El Imparcial detalla que
dentro de la casa de “las mil y una noches” hallaron cajas de azulejo
empacados, dos aparatos de refrigeración central nuevos y herramientas de
carpintería para trabajar en cedro.
“Hubo balazos y metralletas y helicópteros, mi mujer estaba
aquí ese día, ella y mi hija se tiraron al suelo mientras se asomaban por la
ventana”, comentó un vecino que fue entrevistado por Proyecto Puente que
pidió omitir su nombre.
Tras el operativo de decomiso medios de comunicación locales
y nacionales abordaron el tema. En 1994 en el Juzgado Tercero de Distrito se
promovió un amparo para evitar la incautación del inmueble bajo el expediente
945/93.
Muchos rumores surgieron a partir de ese momento, como por
ejemplo que la casa pertenecía al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, mejor
conocido como “El Señor de los Cielos”, sin embargo, el amparo fue promovido
otra persona.
Fueron casi 30 años en los que la casa pasó de ser la obra
negra de una mansión estilo árabe a sitio utilizado por estudiantes que se iban
de “pinta”, después guarida de indigentes y finalmente será un terreno baldío.