Ginebra, 30 de octubre .- La nueva variante del coronavirus causante
de la COVID-19 y que ha surgido en España no tendrá
ningún impacto negativo en el desarrollo de una vacuna,
aseguró hoy la autora principal del estudio.
“Pensamos que la mutación no afectará la eficacia de
la vacuna“, dijo la científica Emma Hodcroft de la Universidad suiza de
Basilea, institución que ha liderado la investigación en colaboración con la
Escuela Politécnica Federal de Zúrich y el consorcio español SegCovid-Spain,
encabezado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según explicó, la vacuna apunta a partes específicas del
virus que no están afectadas por la mutación.
Decenas de compañías farmacéuticas y de biotecnología están
en distintas etapas de investigación y desarrollo de candidatas a vacuna, con
una decena de ellas que se están ensayando de forma masiva para determinar su
eficacia y nivel de seguridad.
El cambio genético sufrido por la nueva variante del
coronavirus no ha aumentado ni su capacidad de propagación ni su severidad.
“Es muy importante aclarar que no hay evidencia de que la
mutación es la causa de la propagación de esta variante y más bien pensamos que
tiene que ver con los viajes”, sostuvo Hodcroft en una conferencia de prensa
virtual.
“Los casos volvieron a aumentar en España mucho antes que en
la mayoría de países europeos, con excepción de Bélgica, y esto coincide con el
momento en el que los viajes se reanudaron”, agregó.
Que pocos países pusieran como condición resultados
negativos de test recientes para viajar y que se confiara en que la gente haría
voluntariamente las cuarentenas pueden haber sido los mayores puntos débiles de
las medida de prevención que se estaban adoptando entonces.
Los autores del estudio piensan que la variante española no
es responsable de la segunda ola de la pandemia que sufre Europa, sino el hecho
de que los gobiernos hayan tomado medidas tardías al acercarse el otoño, una
temporada que se presta para la transmisión de los virus.
“La gente se reúne con otros en interiores, cierra sus
puertas, se reduce la ventilación y se prenden las calefacciones, todo lo cual
permite que el virus viaje más fácilmente en el aire”, explicó Hodcroft.
En las secuencias genéticas que los científicos están
extrayendo de los test de coronavirus en todo Europa la variante aparecida en
España (probablemente entre fines de mayo y principios de junio) representa el
29 por ciento del total, mientras que la segunda más expandida aparece en el 22
por ciento de casos y es la que circula esencialmente en Francia y Bélgica.
No obstante, es normal que los virus muten frecuentemente y,
en el caso del SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, esto ocurre unas dos veces
al mes.
“Esto es perfectamente normal, no hay nada de que alarmarse.
De hecho, el SARS-CoV-2 es un virus muy estable. Lo que queremos transmitir es
que aunque haya mutaciones esto no cambia la estructura del virus ni como
funciona”, recalcó Hodcroft.
Según lo que saben los científicos, Valencia (España) habría
sido el primer lugar donde la variante circuló entre la población local y hubo
casos iniciales entre los trabajadores agrícolas en la región de Aragón.
Hodcroft consideró que la propagación de la nueva variante
del coronavirus en este último colectivo muestra que cuando no se protege a los
más vulnerables la sociedad entera termina siendo vulnerable.
“Este no es el primer estudio que revela que hubo brotes
entre trabajadores inmigrantes y entre quienes viven en condiciones de
hacinamiento”, comentó.
La variante descubierta y muy presente estos días en Europa
proviene, como otras que se han identificado, del coronavirus original
descubierto en China a finales de 2019 y forman parte de la misma familia, así
que no debe ser considerada como algo nuevo.