Un "mini-tsunami", al menos cuatro
muertos y 120 heridos dejó este viernes un poderoso sismo que provocó el
derrumbe de edificios en el oeste de Turquía, así como afectaciones en la isla
griega de Samos, en el mar Egeo.
El sismo tuvo lugar frente a las costas de esta isla y cerca
de la ciudad turca de Esmirna, que también resultó seriamente afectada por el
movimiento telúrico, que provocó derrumbamiento de muros de casas e
inundaciones en el puerto de Samos, según imágenes difundidas por la televisión
pública griega Ert.
"Fue el caos, nunca hemos vivido eso... Hasta ahora no
tenemos víctimas. Algunos edificios han sido dañados, una iglesia en
particular", situada en el puerto de Karlovassi, declaró a Ert Giorgos el
vicealcalde de Samos, Dionysiou.
Sentido fuertemente en Samos aunque también en la isla de
Creta y en Atenas, el sismo, de duración prolongada, "se registró a las
11:51 GMT y su epicentro se ubicó a 19 km de Samos y a 2 km de
profundidad", según un comunicado del observatorio griego de sismología.
En un primer momento, el observatorio evaluó la magnitud del
sismo en 6.6.
La Protection Civil griega advirtió a la población de Samos
de permanecer "al aire libre y lejos de los edificios", así como
"alejarse de las costas" de la isla.
En Turquía, al menos cuatro personas han muerto y 120
resultaron heridas por el poderoso sismo que provocó el derrumbe de edificios
en el oeste de Turquía, bajo cuyos escombros hay gente atrapada.
"Cuatro conciudadanos nuestros perdieron la vida en el
sismo (...). En total resultaron heridos 120 conciudadanos", indicó el
ministro de Sanidad, Fahrettin Koca, en Twitter.
El movimiento telúrico se sintió en Estambul.
La magnitud del sismo, que se produjo a una decena de
kilómetros de profundidad, fue evaluada por el Instituto Geofísico Americano
(USGS) con una magnitud de 7 y de 6.6 por las autoridades turcas.
El alcalde de Esmirna, Tunç Soyer, afirmó al canal de
noticias CNN-Türk que había recibido información sobre casi 20
edificios derrumbados.
"En este momento hemos recibido informaciones según las
cuales seis inmuebles se derrumbaron en Bornova y Bayrakli", en la
provincia de Esmirna, indicó no obstante el ministro turco del Interior,
Suleyman Soylu, en Twitter.
"Algunos de nuestros conciudadanos están atrapados bajo
los escombros", añadió el ministro de Medioambiente, Murat Kurum.
En Bornova, los rescatistas, ayudados por habitantes y
policías, intentaban abrirse paso entre los escombros de un edificio de
viviendas de siete pisos con ayuda de motosierras, según las imágenes de la
cadena pública TRT.
Una cadena humana intentaba despejar las ruinas pasando
entre trozos de vigas y ladrillos, según estas imágenes. A veces los
socorristas exigían silencio para tratar de localizar a los supervivientes.
Una joven fue sacada de los escombros de un edificio
derrumbado, según CNN-Türk. Otras dos personas salieron de las ruinas de
otro edificio de siete pisos, según TRT.
Mini-tsunami
Señal de su potencia, el sismo provocó un mini-tsunami en
Samos, donde se registraron daños materiales, según la televisión pública
griega Ert.
A pesar de las fuertes tensiones que los separan, Turquía y
Grecia se comprometieron a ayudarse mutuamente.
En una entrevista telefónica, los ministros de Asuntos
Exteriores de ambos países "subrayaron que están dispuestos, en caso de
necesidad, a ayudarse y apoyarse mutuamente", declaró el gobierno turco en
un comunicado.
La subida del nivel del mar inundó las calles de
Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, según los medios
locales.
Las televisiones turcas mostraban imágenes de nubes de polvo
elevándose en el cielo, mientras que los habitantes se precipitaban a la calle
víctimas del pánico.
En una imagen captada por un habitante con su teléfono
celular, se vio un edificio derrumbarse como un castillo de naipes, mientras
que los transeúntes gritan: "¡Dios mío!".
El movimiento telúrico fue también sentido en Estambul,
capital económica del país enlutada hace 20 años por un potente terremoto.
Pero el gobernador de la provincia de Estambul, Ali
Yerlikaya, señaló que no se constató ningún daño.
"Todas nuestras instituciones comenzaron a desplazarse
al lugar para iniciar los esfuerzos necesarios", declaró el presidente,
Recep Tayyip Erdogan, en Twitter.
Turquía se ubica en una de las zonas sísmicas más activas
del mundo. En 1999, un sismo de magnitud 7.4 sacudió el noroeste del país,
causando más de 17 mil muertos, un millar de ellos en Estambul.
El pasado enero, un terremoto de magnitud 6.7 dejó unos
cuarenta muertos en la provincia de Elazig (este).
En 2011, un terremoto de 7.1 en la provincia de Van dejó más
de 600 muertos.
Fuente: AFP