(CNN) — El depredador pronto podría convertirse en presa si los científicos de Florida pueden confirmar que las pitones birmanas, una especie extremadamente invasiva en los Everglades, son seguras para que las comamos.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) colabora con el Departamento de Salud de Florida para investigar los niveles de mercurio en las pitones para determinar si se pueden consumir de manera segura. Si es así, las serpientes podrían terminar pronto en los menús de restaurantes en todo el estado.
Las pitones son constrictoras no venenosas que se encuentran principalmente en el sur de Florida, donde representan un grave riesgo para la vida silvestre nativa de la región. La serpiente no es nativa del estado y comenzó a aparecer en los Everglades en la década de 1980 cuando probablemente se introdujo como una mascota escapada o liberada.
La FWC alienta a los residentes a eliminar y matar humanamente pitones cuando puedan en cualquier momento durante el año, y a reportar cualquier avistamiento a los funcionarios.
«Es temprano en el proceso para el estudio del mercurio. Actualmente estamos en la etapa de recolección de tejido del proyecto, y el covid ha retrasado un poco nuestro cronograma», dijo a CNN la portavoz de la comisión de vida silvestre Susan Neel. «El plan es que la mayoría de estas muestras provengan de pitones capturadas por nuestro programa de contratistas».
El programa de contratistas –el Programa de Eliminación de Pitones– está dirigido por la comisión y el Distrito de Administración del Agua del Sur de Florida, que financia el nuevo estudio sobre el mercurio. Hasta ahora, se han eliminado más de 6.000 pitones de los Everglades a través del programa.
El objetivo del estudio es desarrollar y compartir «avisos de consumo de pitones birmanas en el sur de Florida para informar mejor al público», dijo Neel, con la esperanza de que los floridanos pronto puedan comer pitones para ayudar a administrar sus poblaciones.
Los cazadores de pitones Kevin Pavlidis, izquierda, y Ryan Ausburn sostienen su pitón récord de más de 5,5 metros capturada como parte del Programa de Eliminación de Pitones de Florida.
«El mercurio es un elemento natural en el medio ambiente y es alto en los Everglades», le comentó a CNN Mike Kirkland, gerente del Programa de Eliminación de Pitones. «El mercurio se bioacumula en el medio ambiente y encontrará altos niveles de mercurio en la parte superior de la cadena alimentaria donde, lamentablemente, las pitones se han posicionado».
«Esperamos que los resultados desalienten al público de consumir pitones, pero si podemos determinar que son seguros para comer, sería muy útil para controlar su población», indicó.
Nada como una buena cecina de pitón
Si las pitones son seguras para comer, en realidad pueden ser bastante deliciosas, dice Donna Kalil, una de las cazadoras de pitones del programa.
Kalil es la primera mujer cazadora en el programa de eliminación de pitones, según Kirkland, y hasta ahora ha capturado y sacrificado 473 pitones. Cuando atrapa las más pequeños, de unos 2,1 metros de largo, usa un kit de prueba de mercurio que compró en línea para confirmar que son seguras para comer.
Luego convierte su carne blanca en comida. Primero, usa una olla a presión para que la carne esté suave y tierna. Luego, agrega salsa para pasta, chile o salteado. También le gusta convertir a las serpientes en carne seca.
«Es realmente bueno cuando la cocinas bien», dijo Kalil a CNN. «Esta sería una manera maravillosa de involucrar a más personas para ayudarnos a eliminar las pitones del medio ambiente. Sería bueno que la gente las cazara y se las comiera, pero primero debemos asegurarnos de que sean seguras».
Kalil pasó su infancia atrapando y soltando serpientes por diversión. A pesar de su amor por las pitones, a las que llama «criaturas magníficas», enfatiza el riesgo que representan para la vida silvestre de Florida y el daño severo que ya han causado a su ecosistema. Las pitones grandes pueden incluso comer presas grandes, incluidos los humanos.
«Tenemos un grave problema con las pitones, que comenzó cuando dueños irresponsables de mascotas las dejaron en la naturaleza y básicamente se comieron a todos los mamíferos nativos del Parque Nacional Everglades», dijo Kalil.
«Quedan literalmente entre un 2 y un 3% de conejos, mapaches y zarigüeyas, así que cuando ahora veo un conejo, salto de alegría. Simplemente ya no hay más debido a las pitones».