El director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Víctor
Roa Muñoz, alertó que en los últimos tres años el consumo de la droga conocida
como “ cristal ” o “ ice ” se ha incrementado de manera exponencial, ya que en
2018 alcanzó un 11 por ciento y en 2019 un 22 por ciento entre la población que
atiende, y este año se analizará siga elevándose la cifra.
En 2018, apoyaron a 600 personas. “Hemos visto que en los
últimos tres años ha habido un aumento importante de consumo de cristal, y no
es una situación en solitario de Yucatán, sino de todo el país; “es la
sustancia que está de moda y se ha posicionado en todos los estratos sociales”,
afirmó.
Lo anterior, dijo, se presenta por las características de la
droga, entre las que se encuentran que cada vez es más accesible y “económica”.
Esta sustancia se puede consumir varias horas a bajo costo,
mientras que en otras, para alcanzar el mismo tiempo de consumo o efecto, se
gastan miles de pesos.
El consumo ha aumentado debido a que muchos usuarios que
prueban una droga por primera vez lo con “cristal” y los adictos a otras
sustancias lo incorporan en su “menú”.
Indicó que los hombres consumen esta sustancia más que las
mujeres, en proporción de cuatro a uno; sin embargo, en los últimos años el
incremento también se registra en la población femenina.
En la Encuesta Estatal de Adicciones de 2014, el 49 por
ciento de las personas que consumían drogas eran menores de edad, pero este
porcentaje ha aumentado, mencionó Roa Muñoz.
Aumenta el consumo en Yucatán
Los resultados de la encuesta revelaron que, en el Estado,
en ese año, 15 mil 303 personas consumían drogas, pero se estima que la cifra
ha aumentado exponencialmente en los últimos seis.
Roa Muñoz dijo que el “cristal” es muy adictivo y entre los
efectos que genera en los consumidores destacan que las personas se tornan
violentas, presentan paranoia y se vuelven desconfiadas.
“El síndrome de abstinencia es muy fuerte, lo que
desencadena en muchas ocasiones que las personas delincan para conseguir
recursos para comprar la droga, ya que no quieren dejar de consumirla”,
explicado.
Mérida, por el número de habitantes, tiene un porcentaje
mayor de consumidores que el resto de los municipios yucatecos, pero el consumo
ha incrementado en Kanasín, Umán y Progreso.
“Hace tres años los primeros casos que se atendieron
procedían de Buctzotz, Ticul y Oxkutzcab, porque se hablaba que en dichos
municipios se empezó a cocinar o elaborar esta sustancia, de ahí se empezaron a
distribuir en los municipios cercanos, y ahora el consumo elevado también se da
en Motul y Tizimín ”, precisó.
Más casos
Desde la reapertura económica se ha incrementado el número
de solicitudes para internamiento en el CIJ por el consumo excesivo de cristal,
así como por depresión.