El director general del Seguro Social llamó a “dar el último jalón” y continuar con las medidas que rompan cadenas de contagio.
Dijo que encender el árbol de la esperanza en un año tan difícil es la promesa de un mejor porvenir.
En el peor momento de la salud pública de México a causa de la pandemia por COVID-19, el país contó con la mejor institución y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con los mejores trabajadores que hay en esta gran nación, afirmó el director general, Zoé Robledo.
Al encender el árbol conmemorativo a la Navidad, el titular del Instituto señaló que este acto se realiza para reconocer amplia y públicamente a cada integrante de la Gran Familia IMSS, que ha hecho posible que el Seguro Social hoy esté de pie y represente la esperanza de vida de millones de mexicanas y mexicanos.
Zoé Robledo dijo que el más grande deseo en esta temporada es que la población tenga salud, se cuiden y protejan para romper las cadenas de contagio.
“Es momento también de actuar responsables, de quedarnos en casa, de cumplir con la sana distancia, de usar cubrebocas y lavarnos las manos, pero también es momento de pensar que vamos a salir de ésta”, subrayó.
Indicó que El Árbol de la Esperanza está basado en una leyenda huichol, el Venado Azul, situada en una época en que la comunidad pasaba por hambre, sequía y enfermedad. Cuatro valientes jóvenes que salieron en busca del sustento fueron conducidos por un venado magnífico al Wirikuta, un desierto sagrado donde los huicholes hasta el día de hoy sacian su hambre física y su sed espiritual.
Destacó que esta leyenda simboliza la fe, encender el Árbol de la Esperanza al final de un año tan difícil “es justamente esa promesa de un mejor porvenir lo que permite pensar que los peores días llegarán a su final. Es esa esperanza lo que nos ha permitido reponernos al cansancio, al dolor, a no bajar la guardia y a dar este último jalón”.
Acompañado por el director de Prestaciones Económicas y Sociales, doctor Mauricio Hernández Ávila, y el artista Darío Soto, Zoé Robledo indicó que esta tradición se ha realizado por más de 30 años en el Seguro Social y se le da continuidad “porque creemos que las instituciones y su cultura deben prevalecer”.
Enfatizó que héroes y heroínas caídos en la atención de la pandemia nunca serán olvidados, pues su recuerdo alimentará el espíritu solidario de esta institución, “su esfuerzo y su sacrificio será el motor que nos llevará a mejores tiempos, a enfrentar mayores retos, los retos de ayer, los de hoy y los que vendrán mañana”.