El empresario sinaloense avecindado en Yucatán César
Francisco Irazoqui Galaviz creó siete empresas “fantasmas” para desviar más de
cien millones de pesos de subsidios al campo, otorgados por la Sagarpa (hoy
Sader) entre 2015 y 2017, con la aparente complicidad de funcionarios de esa
dependencia en Ciudad de México.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó esta
anomalía en cuatro auditorías forenses efectuadas a los programas de subsidios
de la Secretaría de Agricultura en esos años, que a su vez formaron parte de un
desfalco más grande conocido ahora como la “estafa maestra” de la Sagarpa,
según informamos el lunes 11 de enero.
Funcionarios y empresarios realizaron esta operación en casi
todo el país en los últimos años del sexenio de Peña Nieto, para apropiarse de
grandes cantidades de dinero destinado al mejoramiento del campo y los
campesinos, y cuyos primeros indicios han sido detectados por Central 9, la
Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.
Las auditorías forenses de la ASF relacionadas con las
empresas de la red de Irazoqui Galaviz son las marcadas con los números 286-DE,
de 2016; 1594-DE y 310-DE, de 2017 y 339-DE, de 2015.
Estas auditorías se especializan en investigar fraudes y
otros delitos en la gestión de organismos públicos y privados, con el propósito
de recabar pruebas para así documentar denuncias penales.
Como consecuencia de estos trabajos, la ASF presentó ante la
Fiscalía General de la República (FGR) siete denuncias de hechos entre
diciembre de 2017 y julio de 2020. Esto ocasionó la apertura de varias carpetas
de investigación, que se encuentran en la etapa de integración.
Un equipo de agentes del Ministerio Público Federal,
adscritos a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la FGR,
llegó a Mérida en los últimos meses para acelerar las investigaciones de las
denuncias de la Auditoría Superior.
De acuerdo con las auditorías de ese organismo y con otros
informes relacionados con las investigaciones judiciales, obtenidos por Central
9, la “estafa maestra” de la Sagarpa, como ya publicamos, tendría conexiones en
Yucatán a través de compañías relacionadas con el chile habanero —es el caso de
la red de Irazoqui—, y con empresas dedicadas al cultivo de coco y la
industrialización de la naranja.
Entre las anomalías detectadas por la ASF en las empresas
relacionadas con Irazoqui Galaviz, sobresalen las de recibir el subsidio de la
Sagarpa, pero no ejecutar los proyectos, así como desviar los recursos con
facturas de empresas “fantasmas”.
También falsificar estados de cuenta bancarios y actas
notariales con los nombres de los verdaderos socios, y solicitar la entrega de
los apoyos sin cumplir con las reglas de operación de los programas y tampoco
tener la solvencia financiera necesaria.
Los desvíos atribuidos a la “estafa maestra” de la Sagarpa
ascenderían a varios miles de millones de pesos, incluyendo los malos manejos
detectados en Yucatán.
Otro destino
Con el equivalente a los montos desviados se podría haber
privilegiado el equipamiento de hospitales y laboratorios, la compra de
medicamentos y la adquisición, entre otras muchas cosas, de equipo de
tecnología forense indispensable para las actividades de investigación en las
diversas instancias de procuración de justicia, advierte la ASF en las conclusiones
de una de sus auditorías forenses.
“La situación de pobreza y las circunstancias deplorables de
millones de habitantes”, añade, “exigen la salvaguarda de los bienes públicos y
el castigo severo al uso inapropiado o a la discrecionalidad en el otorgamiento
del recurso público”.
Según las investigaciones, las empresas integradas a la red
de Irazoqui Galaviz son las siguientes:
Agricultura Abierta y Protegida de la Península,
Agrohermanos de Frutas, Invernaderos Inteligentes de la Península,
Agroindustrial de Invernaderos del Sureste, Agroindustrial Irazoqui y
Agroindustrial de Sinaloa, todas, presuntamente, dedicadas al cultivo e
industrialización del chile habanero.
También pertenece a esa red la compañía Bebidas y
Concentrados Saludables. Ésta recibió subsidios para cultivar y procesar
damiana, un arbusto caducifolio propio de zonas áridas y semi-áridas, que se
usa como saborizante de licores y para preparar bebidas de infusión y algunos
productos medicinales.
Horchata
Antes de la integración de su red para apoderarse de
subsidios, Irazoqui Galaviz y sus familiares abrieron en 2007 la compañía
Agroindustrial Peninsular San Francisco, dedicada a la elaboración de horchata
“light” en Chapab y que recibió cuantiosos apoyos de la Sagarpa y de Firco, de
2008 a 2011, aunque la empresa fracasó. Esto, como veremos en otras entregas de
este texto, no impidió, sin embargo, que sus socios solicitaran créditos a
financieras privadas, que nunca pagaron.
De acuerdo con las averiguaciones oficiales, de las empresas
de la red de Irazoqui incluidas en la “estafa maestra” destaca Agroindiustrial
de Sinaloa, identificada por el SAT desde enero de 2017 como una “empresa
facturadora de operaciones simuladas”; es decir, que se dedica a emitir
comprobantes fiscales amparando operaciones inexistentes.
Asimismo, de las siete empresas de la red, seis de ellas se
constituyeron ante el notario Manuel Emilio García Ferrón, y cuatro lo hicieron
el mismo día: el 13 de marzo de 2015.
Igualmente cinco empresas manifestaron tener el mismo local
de operaciones, un terreno ubicado en la carretera Tahmek-Hoctún, lo que
contraviene las reglas de operación de los programas de subsidios de la
Sagarpa.
Además, la ASF detectó que tres compañías —Agrohermanos de
Frutas, Invernaderos Inteligentes de la Península y Agroindustrial de
Invernaderos del Sureste— justificaron parte del gasto de los subsidios con
facturas falsas emitidas por un conglomerado de siete empresas factureras
plenamente identificadas por la ASF, el SAT y la Unidad de Inteligencia Financiera
de la Secretaría de Hacienda. (Continuará).
Fuente: Megamedia