Después de tres años y medio de vivir dentro de una iglesia de Missouri para evitar ser deportado, el inmigrante hondureño Alex García finalmente salió del lugar, luego de que el gobierno del presidente Joe Biden prometiera dejarlo en paz.
García, un hombre casado y padre de cinco hijos, iba a ser deportado de Estados Unidos en 2017, el primer año de gobierno de Donald Trump. Días antes de la fecha programada, la iglesia Unida de Cristo en Maplewood, un suburbio de San Luis, le ofreció santuario.
Sara John, de la Comisión Interconfesional para Latinoamérica, dijo que García tomó la decisión de dejar el lugar después de que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) declaró que ya no se encontraba dentro de las prioridades de deportación y que la agencia no buscaría su detención ni deportación.
García manifestó en un comunicado que estuvo lejos de su familia por mil 252 días. Alrededor de 100 personas lo ovacionaron después que salió de la iglesia en compañía de su familia este miércoles.
"Esto aún no termina", dijo García. "Aún hay mucho trabajo por hacer y espero poder unirme a todos ustedes en la comunidad y seguir con la lucha para recibir mi protección permanente".
En sus primeras semanas como presidente, Biden ha firmado varias órdenes ejecutivas en materia migratoria para revertir las medidas de su predecesor, aunque hay varios legisladores republicanos que han interpuesto impugnaciones.
EU modifica prioridades en aplicación de ley migratoria
Myrna Orozco, coordinadora de organización en Church World Service, señaló que aún hay 33 inmigrantes refugiados en diversas iglesias en todo Estados Unidos y que dicha cifra debe seguir disminuyendo.
"Esperamos que cambie en las próximas semanas a medida que tengamos mayor claridad de parte del ICE o se vayan decidiendo los casos", declaró Orozco.