El cristal está a punto de convertirse en la droga
ilícita de mayor impacto entre los jóvenes yucatecos, situación
preocupante que podría empeorar si no se hace algo rápido en
torno a ese consumo, advirtieron.
En el marco del informe sobre las acciones realizadas
durante el año 2020, el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ),
Víctor Roa Muñoz, informó que esta sustancia ya es la segunda más
consumida, sólo detrás de la marihuana, aunque la diferencia entre el
impacto negativo que hay entre ambas, cada vez es menor.
"Si hacemos una comparación con el cannabis, que
representó el 38 por ciento, hay una diferencia de 6 puntos porcentuales entre
una sustancia y otra. Desafortunadamente, el cristal está ganando terreno y es
una situación que no solo estamos viviendo en Yucatán, sino a nivel
nacional", sostuvo.
Roa Muñoz expresó que el año anterior el Centro de
Integración Juvenil ofreció 12 mil 500 consultas en diversas áreas, de las
cuales, 3 mil 200 fueron personas con problemas de adicción a alguna droga.
De esa cantidad, el 48 por ciento consumían marihuana,
mientras que el 28 por ciento hacían lo propio con el cristal, además de que
otros acudieron por tener problemas con la cocaína, psicotrópicos, tabaco o
alcohol.
Se informó a la vez que los consumidores de sustancias se
iniciaron entre los 10 y los 19 años, principalmente, siendo los estudiantes de
bachillerato, los más activos en este sector.
Consumo de varias drogas
El especialista Roa Muñoz también reveló que gran parte de
los pacientes consume más de una sustancia a la vez.
"El 80 por ciento de los usuarios que atendemos son
consumidores de más de una sustancia, donde hay consumidores de cannabis con
alcohol, sobre todo en los jóvenes, hay una combinación de cannabis con
cristal, en adultos jóvenes. Eso hace más complejos los esquemas de
rehabilitación", detalló.
Explicó que ante este panorama, el Centro de
Integración Juvenil tendrá que reforzar las estrategias de concientización
sobre el consumo de sustancias, con el fin de hacer ver a los jóvenes sobre los
riesgos de su uso.
El año que inicia, 2021, es necesario que se fortalezcan los
programas preventivos en todas las personas, pero particularmente los jóvenes y
sobre el consumo de drogas y sustancias.