Los Rangers de
Texas están en el ojo del huracán tras albergar su primer juego como local
prácticamente a tope de su capacidad. El juego ante los Blue Jays registró
un aforo de más de 38 mil aficionados, lo que atrajo las críticas del mismo
presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Si bien se sabía
con semanas de antelación que el Globo Life Field, casa de los Rangers,
iba a tener la capacidad al 100% para albergar aficionados esta temporada, se
esperaba una respuesta más sabia por parte de sus seguidores, pero no fue así.
El juego del lunes ante los Blue Jays registró una entrada de 38,238
personas en un recinto que tiene capacidad para 40,300.
Asistentes al
partido compartieron fotos y videos en los que se aprecia a grandes sectores
del estadio con aglomeraciones en las gradas. Muchas personas no portaban cubrebocas y
tampoco guardaban el distanciamiento debido.
Uno de los primeros
que expresó de forma reprobatoria la medida de poner a disposición todas las
localidades fue Joe Biden, presidente de los Estados Unidos. “Es una
decisión que ellos toman, pero es un gran error. Deberían escuchar al
doctor Anthony Fauci, los científicos y los expertos. Siento que no
es responsable de su parte”, indicó.
Greg Abbott, gobernador
de Texas, anunció que a partir del 10 de marzo, todo establecimiento podría
abrir al 100%, asegurando que muchos ciudadanos del estado fueron afectados por
la pandemia y había qué apoyarlos.
“Muchos texanos
perdieron oportunidades por la pandemia. Los negocios chicos ven complicaciones
para pagar sus facturas. Esto tiene que terminar. Es hora de abrir a Texas al
100%”, señaló Abbott. Además, Tate Reeves, gobernador de Mississippi,
secundó la postura de su similar texano: “el sistema de salud está bien y la
vacuna está siendo rápidamente aplicada. ¡Es la hora de abrir!”.
Los Rangers son
la excepción en las Grandes Ligas, pues el promedio de aforo permitido en
el resto de los parques de pelota es de 25 a 50%. De continuar las entradas
tumultuosas y sin las debidas precauciones, podría haber penalizaciones no solo
por parte de la misma MLB, sino del Gobierno estadounidense al poner en riesgo
innecesariamente a la población del estado.