El festival de cántaros o ‘Kumbh Mela’ reúne a un millón de
devotos en India para tomar un baño sagrado en el río Ganges, pese al
agravamiento de la pandemia de coronavirus
Cientos de miles de devotos hindúes acudieron en masa este
lunes para tomar un baño sagrado en el río Ganges de la India, que ya superó a
Brasil como el segundo país con más contagios de covid-19 a nivel mundial.
Incluso, la nación acumulaba el recuento más alto del mundo
de nuevas infecciones diarias por coronavirus.
Con 168 mil 912 casos nuevos, India representa una de cada
seis de todas las nuevas infecciones a nivel mundial, aunque la cifra todavía
está muy por debajo del pico de casi 300 mil casos nuevos en Estados Unidos el
8 de enero.
En la ciudad norteña de Haridwar, casi un millón de devotos
abarrotaron las orillas del Ganges, un río que muchos hindúes consideran
sagrado, para participar en el festival de cántaros o ‘Kumbh Mela’, que dura
varios meses.
“La multitud aquí está aumentando … la policía está
continuamente apelando a la gente para que mantenga la sana distancia”, contó
el oficial de policía Sanjay Gunjyal, desplegado en el lugar.
A media mañana, un millón de personas se habían bañado en el
río, donde se cree que se borraban los pecados.
A medida que aumenta la segunda ola de infecciones en India,
con menos del 4% estimado de vacunados entre una población de mil 400 millones,
los expertos dicen que la situación podría tener un largo camino por recorrer
antes de que comience a mejorar.
“Después de que los casos disminuyeron en enero-febrero, nos
sentimos muy cómodos”, dijo un panel de jueces de un tribunal superior en el
estado occidental de Gujarat.
Los jueces reclamaron a las autoridades que tomen medidas
urgentes para frenar el brote.
“Casi todos olvidaron que alguna vez hubo coronavirus”,
agregó el panel, encabezado por el presidente del Tribunal Supremo, Vikram
Nath.
La apertura total de la economía tras el paralizante bloqueo
del año pasado, junto con los festivales religiosos masivos y las
manifestaciones políticas en los estados que se dirigen a las elecciones, han
alimentado la crisis.
Las nuevas infecciones del lunes llevaron a India más allá
de Brasil para un recuento de 13.53 millones, según muestran los datos
oficiales, ubicándolo como el segundo país más infectado después de Estados
Unidos, con 31.2 millones.
‘Propagación calamitosa’
La cuenta de India está en camino de duplicarse en dos
meses, según estimaciones basadas en datos del Centro de Ciencia e Ingeniería
de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
Sin embargo, las autoridades parecían no estar dispuestas o
no poder detener los eventos que podrían conducir a una propagación calamitosa
de la enfermedad.
Miles de personas están asistiendo a manifestaciones
políticas en cuatro grandes estados programados para las elecciones de este
mes, incluidos dos eventos el lunes en el estado oriental de Bengala
Occidental, donde el primer ministro Narendra Modi debe hablar.
“Con 1.2 millones de casos activos, y el número diario que
llega a 200 mil, es extraño tener mítines electorales y un Kumbh Mela
completo”, dijo el comentarista político Shekhar Gupta en Twitter.
Funcionarios y expertos dijeron que las autoridades habían
subestimado la resistencia del virus, creyendo que lo habían vencido después de
que los casos diarios cayeran por debajo de los 10 mil a principios de febrero.
Funcionarios en el estado de Maharashtra, el más afectado
del país y hogar de la capital financiera de Bombay, dijeron que estaban
considerando un cierre más amplio esta semana después de grandes cierres
durante el fin de semana.
“Es necesario romper el ciclo (de infecciones)”, dijo un
alto funcionario estatal que buscó el anonimato.
“Estamos trabajando para identificar industrias y servicios
que deben estar exentos”, agregó.
La rupia cayó a su nivel más bajo en casi ocho meses y el
índice de referencia de Bombay se desplomó hasta un 3.7% en la peor sesión en
más de seis semanas.
La economía de India ha vuelto cojeando hacia la
recuperación, después de que el duro bloqueo del año pasado provocara la
contracción más profunda en décadas.
Fuente: Excélsior