Austria tiene
previsto dejar de usar la vacuna contra el coronavirus de
AstraZeneca en las próximas semanas, esto debido a los problemas que hubo
en los suministros, y apostará en el futuro sobre todo por los fármacos que
hacen frente al covid-19 de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson,
según informaron las autoridades.
El ministro
austríaco de Sanidad, Wolfgang Mückstein, en una rueda de prensa telemática
confirmó el hecho, en la que sostuvo que la administración de la primera dosis
de AstraZeneca continuará hasta "fines de mayo o principios de
junio".
Además, todos aquellos
que tienen ya la primera dosis de esa vacuna solo pueden, de momento, recibir
la segunda del mismo fármaco, para lo cual el país tiene "suficientes
reservas".
No obstante, no
descartó que en el futuro que se pueda dar luz verde a una combinación con otras
vacunas contra el coronavirus, como otros países lo están considerando.
Austria sigue
el ejemplo de Dinamarca y Noruega, que ya han abandonado el uso del producto
del consorcio sueco-británico debido a sus efectos secundarios, aunque
Mückstein aseguró que la decisión de su país "no tiene nada que ver"
con la eficacia y seguridad del medicamento, que alabó como muy buenas.
Eso sí, reconoció
que en la población hay mucha reticencia hacia el fármaco, despertada por
las noticias sobre casos esporádicos de trombosis tras la inyección, y que
muchas personas rechazan recibir esa vacuna.
Sea como sea,
explicó que todos los que hayan recibido las dos dosis de AstraZeneca se
considerarán inmunizados durante nueve meses. Para entonces, se espera habrá
una decisión sobre qué otra vacuna les será administrada a la hora
"refrescar" la protección contra el covid-19 con una tercera
inyección.
Hasta ahora, cerca
de un tercio de los 8.9 millones de los habitantes de Austria han recibido al
menos la primera dosis de una de las vacunas autorizadas por la Unión Europea.