Debido a una
casualidad o a investigaciones se han descubierto fósiles de animales que
vivieron hace muchos años, entre ellos mamuts,
sin embargo, es muy difícil encontrar el cuerpo casi intacto, aunque es raro sí
puede suceder. En el 2007 hallaron a Lyuba, un bebé mamut que tuvo un
final muy triste.
De acuerdo
con My Modern Met, la
cría de mamut fue encontrada en la península de Yamal, en el noroeste de
Siberia. El encargado de descubrir a Lyuba fue un pastor de renos llamado
Yuri Khudi, quien al encontrar el cuerpo decidió informar al museo local
sobre el hallazgo.
Lyuba, nombre que
se le dio al bebé mamut, pudo conservarse debido a que su cuerpo fue cubierto
con hielo, el cual estaba comenzado a derretirse, razón por la que Khudi
lo encontró a las orillas de un río. Se cree que el pequeño mamut vivió
hace más de 40 mil años.
Cuando los
encargados del museo fueron a buscar el cuerpo del mamut no lo encontraron en
el lugar donde el pastor les había indicado. Se percataron que el primo de
Khudi lo había tomado y lo había vendido a una tienda de un pueblo cercano
por dos motos de nieve y alimentos para aproximadamente un año.
Aunque el mamut fue
exhibido en la tienda, se sabe que cuando el primo de Khudi lo trasladó unos
perros atacaron el cuerpo y le quitaron la oreja derecha y parte de su
cola. Cuando la policía ayudó a Khudi a recuperar los restos de Lyuba, el
director del museo lo conservó y actualmente es exhibido en el Museo
Shemanovsky de Salejard.
El triste final de
Lyuba
Lyuba es
considerado uno de los mamuts que está mejor conservado, tiene un peso de 50
kilos y mide aproximadamente un metro de alto. De acuerdo con estudios, el
bebé tenía entre 30 y 35 días de nacido y debido al lugar donde se encontró sus
restos, investigadores aseguran que la causa de su muerte pudo haber sido
provocada debido a que quería cruzar el río y se asfixió.
En su cuerpo
encontraron arcilla, lo que pudo haber provocado también su muerte, pero fue
este material el que también ayudó a que su cuerpo se conservara. Los
científicos también encontraron en su cuerpo leche materna y su tronco,
ojos, piel y órganos internos estaban en perfectas condiciones.
Además de ser
exhibido en el museo, Lyuba también ha viajado a países como Australia y Reino
Unido en donde ha estado en varias exposiciones.