Llevarse todo a la
boca es una acción que los bebés hacen por inercia y es parte de su desarrollo infantil para reconocer su entorno.
Sin embargo, conforme van creciendo, sus padres deben hacerles saber los
riesgos de comer sustancias no nutritivas como arena y piedras.
Hace poco, Emma
Brand, agente de policía de 43 años originaria de Liverpool (Reino Unido),
descubrió que su hija Felicity, de 3 años, comía gusanos a escondidas. Por
increíble que parezca, en lugar de negarlo, la pequeña fue quien se lo confesó
delante de una cámara que grabó el cómico momento.
Los gusanos que la
menor había probado los agarró de un comedero que su madre había colocado
en su jardín para los pájaros. Lo que nunca pensó la oficial de policía era
que su hija se pudiera sentir atraída por el supuesto manjar.
De hecho, según
pudo averiguar Emma, todo empezó como una apuesta en la que participaron su
sobrino Jacob, de 6 años, y su amigo Josh, de 5, y terminó con los tres menores
coincidiendo en que los gusanos estaban tan buenos que siguieron comiendo.
Los niños dijeron
que les gustó mucho el sabor y la textura. Incluso los compararon
con papas fritas. En el video que te presentamos a continuación, Felicity
le comenta a su madre Emma que probó gusanos del comedero. Después se observa
a Jacob y Josh comiendo unos cuantos.