William Ortiz Noh, tiene 22 años y contó que cuando empezó
la pandemia en Yucatán no había tanto desarrollo tecnológico para las medidas
de prevención sanitaria como en otros países, por lo que al ver que nadie se
animaba, es que se decidió a construir un robot.
Fue así que el estudiante de ingeniería mecatrónica de la
Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM), inventó un robot usando un
software básico y teléfonos celulares antiguos, el cual toma la temperatura,
sirve gel antibacterial y cuenta bombas y chistes, además de pronunciar
palabras en maya.
“Primero pensé en un robot para empresas, pero eso no es en
sí un robot, sino mecatrónica, porque solo sirve el gel antibacterial y toma
temperatura”, contó.
Explicó que se decidió trabajar a solas y logró, tras varios
meses, obtener uno que para él es un gran avance. “Se le puede incorporar que
diga cosas, como palabras en maya, para que la lengua no se vaya perdiendo en
los jóvenes”, indicó.
La máquina fue construida en ocho meses y de acuerdo con lo
que manifestó, le costó 16 mil pesos producirlo. Pero a partir de éste, podría
hacer más con inversiones de cinco mil pesos cada uno.
“Me gustaría que esté en cada centro comercial, en cada
establecimiento, tengo uno, pero cuento con la capacidad de hacer más. Es con
fibra de vidrio y materiales de electrónica”, indicó.
Gobernador visita a estudiante
El robot demostró sus habilidades al tomarle la temperatura
al gobernador Mauricio Vila Dosal, que dio 36.5 grados Celsius, con solo
acercarle la mano al frente y enseguida servirle un poco de gel antibacterial.
El mandatario visitó a este joven en su domicilio en el
poblado de Tepich Carrillo, comisaría de Acanceh.
Vila Dosal ofreció apoyarlo con una computadora laptop, a
fin de que pueda continuar con sus sueños, además de asesoría para que siga
construyendo sus robots y a futuro pueda emprender una empresa de su tipo en
Yucatán.
“Me falta una lap, estoy construyendo uno más avanzado con cámaras tridimensionales y pantallas”, dijo William al gobernador al tiempo que le contó que, en Yucatán, gracias a los conocimientos que se imparten en las universidades como la UTM y la Politécnica, ya hay estudiantes que pueden laborar en fábricas robóticas, pero este tipo de empresas no existen en Yucatán.