Un ciudadano ruso fue declarado culpable de los cargos
estadounidenses de utilizar una granja de bots y alquilar servidores para
falsificar el tráfico de internet en los sitios de medios, lo que provocó que
otras empresas pagaran tarifas publicitarias infladas.
Aleksandr Zhukov, de 41 años, fue el autor intelectual de un
esquema conocido como Methbot en el que se emplearon mil 900 servidores para
crear millones de visualizaciones de anuncios falsos en línea en sitios web,
incluidos los del New York Times y el Wall Street Journal, dijeron los
fiscales. Zhukov ganó 7 millones de dólares con el negocio y canalizó el dinero
a bancos de todo el mundo, según Estados Unidos, que citó un texto en el que se
describía a sí mismo como el “Rey del fraude”.
Los miembros del jurado de la corte federal en Brooklyn,
Nueva York, emitieron el veredicto el viernes.
A empresas como PepsiCo, organizaciones benéficas y otros
anunciantes se les cobraron tarifas infladas solo para que los robots digitales
“vieran” sus anuncios, dijo Estados Unidos. En efecto, Zhukov y sus
coconspiradores en Rusia y Kazajstán corrompieron el complejo y vulnerable
ecosistema de la publicidad en línea al usar servidores alquilados en Dallas y
Ámsterdam para eludir las protecciones contra el fraude y simular la actividad
en línea de millones de personas que ven anuncios en línea, dijeron los
fiscales.
Zhukov subió al estrado durante el juicio de tres semanas,
alegando que nunca engañó a nadie y pensó que solo le estaba dando a la
industria lo que quería: una forma de aumentar de manera económica, aunque
artificial, el tráfico del sitio.
“No había nada que ocultar”, testificó. “¿Por qué mentirles
si tenemos tráfico de bots? ¿Por qué mentir, tratar de venderlo como humano si
es un robot? Estábamos haciendo negocios. No estamos cometiendo estafas ni
fraudes”.
Zhukov fue arrestado en Bulgaria en 2018 y extraditado a
Nueva York. Fue acusado de conspiración de fraude electrónico, fraude
electrónico, conspiración de lavado de dinero y participación en transacciones
monetarias que involucren bienes derivados de actividades ilegales.
Fuente: El Financiero