África se enfrenta a un devastador resurgimiento de
infecciones de COVID cuyo pico superará aquel de las olas
previas en un momento en que los países del continente batallan para
vacunar incluso a un pequeño porcentaje de la población, informaron
el jueves altos funcionarios de salud.
La tercera ola se acelera, propagándose más rápido y
golpeando más fuerte”, dijo la doctora Mathidisho Moeti, directora regional
para África de la Organización Mundial de la Salud.
Con las cifras de casos rápidamente aumentando y cada vez
más reportes de enfermedades serias, el último aumento pone a África bajo el
peor peligro hasta el momento”, dijo en una conferencia semanal. “África
todavía puede mitigar el impacto de este rápido aumento en infecciones, pero la
ventana de oportunidad se cierra. Todos en todas partes pueden contribuir un
poco al tomar precauciones para evitar la transmisión”.
Los nuevos casos han aumentado desde principios de
mayo y el resurgimiento superará a las olas previas para principios de julio,
según la OMS África.
El menor cumplimiento de las medidas de salud pública, el
aumento de interacciones sociales sin mascarillas y las nuevas variantes han
contribuido al aumento de casos. Moeti motivó a los gobiernos a hacer más para
ofrecer a las poblaciones acceso más fácil a mascarillas e instalaciones de
higiene.
La variante delta ha devastado a la India y ha sido
detectada en al menos 14 países africanos, entre ellos Congo,
Mozambique, Namibia y Uganda.
La variante delta “pudo haber jugado un papel muy
importante” en la “muy devastadora” tercera ola de COVID-19 en al menos 20
países en África, dijo el jueves John Nkengasong, director de los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades de África.
Nos quedamos totalmente rezagados, simplemente no tenemos
vacunas”, agregó Nkengasong.