La especie Mero ha mostrado una disminución en su población, por lo que,
actualmente, se realiza un proyecto entre la Secretaría de Pesca y Acuacultura
Sustentables (Sepasy) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para
la recuperación del pez y, como primer resultado, se registrara el primer
desove en cautiverio en Yucatán, hecho que también es el primero en el mundo.
Rafael Combaluzier Medina, secretario de Sepasy, explicó que
actualmente hay un Comité Consultivo de Manejo de Mero en Yucatán, el cual
sesiona cada mes para establecer estrategias en beneficio de la especie.
Dicho comité está integrado por representantes de la
Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), el Instituto Nacional de
Pesca (Inapesca) y otras instituciones académicas que presentan proyectos y
sugerencias para que la especie Mero aún tenga suficiente población en los
mares mexicanos.
A pesar de que una propuesta hecha en la mesa tiene que ver
con la sugerencia de que la veda se amplíe de enero a marzo para que la
población de peces se recupere, aún no se ha decidido por completo.
“Yo sí estoy a favor de que se amplíe la veda como ha sido
sugerido y en ese periodo se podrían abrir otras pesquerías como una
alternativa y así bajar un poco el esfuerzo pesquero; también abrir las
posibilidades de un tema turístico en la costa yucateca podría dar un respiro a
la especie”, señaló Combaluzier Medina.
Un ejemplo de la disminución de la población de Mero es que
en los años 90 era posible lograr que se produjeran entre 20 mil y 30 mil
toneladas y actualmente la captura oscila entre las cinco mil y seis mil
toneladas.
Precisamente para la recuperación de la especie se
desarrollan proyectos de investigación. Tal es el caso del trabajo en el que están
involucrados los investigadores de la UNAM.
“Con ellos se ha logrado que se lleve a cabo el primer
desove de un Mero rojo en cautiverio, en el centro de estudios de la UNAM, y
éste ha sido un proceso que se dio más rápido de lo que esperamos”, explicó.
El secretario indicó que si no se recurre a este tipo de
tecnología para reproducir la especie, se corre el riesgo de que se agote.
Es un proyecto que comenzó en 2019 y se capturaron para
estudio y reproducción 22 especímenes de Mero rojo, fue así como en el mes de
abril se detectó el primer desove.
“Por ahora lo que sigue es esperar a que los pececillos
alcancen una talla ideal para ir a soltarlos en altamar”, señaló.
De acuerdo con el secretario, el desove como resultado de
este proyecto, es el primero en el mundo, lo cual es un logro y que pondrá como
ejemplo el trabajo que hacen investigadores en Yucatán.
Fuente: La Jornada Maya