La invasiones en terrenos de la
ciénaga dañan severamente los ecosistemas de Chicxulub.
Colonos del puerto y de otros sitios ya se han repartido la
totalidad de los espacios de orilla del cuerpo de agua en esta comisaría
costera, y ante la pasividad de autoridades ambientales, han dado inicio a la
invasión, lo que ha cambiado drásticamente el ecosistema, y le ha pasado
factura a flora y fauna silvestres.
Ahora, como los espacios a la orilla de la ciénaga están
complemetamente ocupados, decenas de personas prácticamente se metieron hasta
100 metros “agua adentro”; arrojan escombros y materiales para rellenar, lo que
ahuyenta a las especies nativas y destruye a flora.
Según los invasores, no tienen un lugar dónde vivir y por
eso optan por construir como pueden sobre el cuerpo de agua, lo que les permite
tener un patrimonio para sus familias, una vez que las autoridades permitan el
desarrollo poblacional del lugar. Confían en que, dentro de algunos años,
consigan los permisos que les dejen obtener los derechos de propiedad.
El riesgo para los invasores de la ciénaga es la presencia
de fauna peligrosa como los lagartos, que merodean la zona en busca de
alimento; esto pone en peligro sobre todo a los niños.
A pesar de esto, día a día la invasión en la ciénaga se
expande en condiciones precarias para las familias y en franca depredación del
ecosistema local, incluso para las zonas protegidas de mangle, que se están
perdiendo.