Uno de los seres vivos que más ternura causa en los humanos
es, sin duda, el pingüino. Su apariencia y forma de ser enamora a más de uno.
Recientemente se volvieron a hacer virales las fotos de dos
pingüinos que están abrazados y viendo al horizonte. Pero detrás de tan
increíbles y románticas imágenes hay una triste historia.
Aunque esto ocurrió en el 2019, el autor de las fotografías,
Tobias Baumgaertner, las retomó para explicar lo afortunados que son aquellos
que durante esta difícil etapa de la humanidad pueden estar con sus parejas.
En momentos como este, los verdaderamente afortunados son
aquellos que pueden estar con la persona que más aman. Capturé este momento
hace aproximadamente un año”
Y es que los dos pingüinos que estuvieron abrazados y
posados sobre una roca viendo al horizonte en Melbourne estaban viviendo momentos
duros, de acuerdo a lo relatado por el artista.
Un voluntario se me acercó y me dijo que el pingüino blanco
era una anciana que había perdido a su pareja. Aparentemente también lo hizo el
pingüino más joven de la izquierda. Desde entonces se reúnen regularmente para
consolarse y permanecer juntos durante horas mirando las luces danzantes de la
ciudad cercana”
Fue gracias a que Baumgaertner pasó tres noches conviviendo
con la colonia de pingüinos que pudo regalarnos tan bellas imágenes.
Entre no poder usar las luces y los pequeños pingüinos que
se mueven continuamente, frotando sus aletas en la espalda del otro y
limpiándose unos a otros, fue muy difícil disparar, pero tuve suerte en un
hermoso momento”
Una historia que será muy difícil de olvidar.