Bill Phillips,
un entrenador de gimnasio en Colorado, Estados Unidos, fue dado de alta después
de dos meses de estar internado en el hospital por COVID-19.
Tras haber contraído el virus en enero de 2020, consideró
que no era necesario ponerse la vacuna puesto que un examen demostraba que ya
tenía anticuerpos. Sin embargo, se volvió a contagiar en junio de 2021 y la
enfermedad casi lo mata, de acuerdo con el portal 9News.
Al inicio, su esposa, María Phillips, y él, creyeron que
tenía sinusitis. Después desarrolló una tos grave, y la enfermedad le afectó a
tal grado que fue a la sala de urgencias en el Hospital St. Anthony en Lakewood,
Colorado.
“Si nos hubiéramos esperado tan sólo una hora más, Bill pudo
haberse dormido y nunca haber despertado”, aseguró la esposa a 9News.
De acuerdo con Maria Phillips, su esposo estuvo intubado
durante 47 días, y no se despertó durante 18 días. Este miércoles finalmente
podrían salir del hospital.
Phillips es uno ejemplo de personas en Estados Unidos que en
un principio rechazaron la vacunación contra la COVID y después fueron
gravemente afectados por la enfermedad, que ya ha matado a más de 630 mil en
aquel país.