Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Washington en San Luis (EU) han identificado un anticuerpo que
—aseguran— es altamente protector contra una amplia gama de variantes
del SARS-CoV-2. El virus utiliza la proteína de espiga para adherirse a las
células del tracto respiratorio del organismo e invadirlas, mientras que los
anticuerpos que impiden que la espiga se adhiera a las células neutralizan el
virus.
Para encontrar anticuerpos neutralizantes que funcionen
contra las diferentes variantes, los investigadores empezaron a inmunizar a
ratones con una parte clave de la proteína espiga, les extrajeron células
productoras de anticuerpos y obtuvieron de ellas 43 anticuerpos que reconocen estas
partes de la proteína.
A continuación, analizaron los 43 anticuerpos estimando su
capacidad para impedir que la variante original del SARS-CoV-2 infectara las
células en una placa de Petri. Se probaron nueve de los anticuerpos
neutralizantes más potentes en ratones para ver si podían proteger de la
enfermedad a los animales infectados con la variante original del coronavirus.
Los investigadores seleccionaron los dos anticuerpos más
eficaces y los probaron contra otras variantes, que incluían virus con
proteínas de espiga que representaban las variantes Alfa, Beta, Gamma, Delta,
Kappa e Iota y varias otras variantes sin nombre. Un anticuerpo, el SARS2-38,
neutralizó fácilmente todas las variantes.
“Este anticuerpo es altamente neutralizante (es
decir, funciona muy bien a bajas concentraciones) y ampliamente neutralizante
(es decir, funciona contra todas las variantes)”, dijo en un comunicado el
autor principal del estudio, el doctor Michael S. Diamond, quien también es
profesor de microbiología molecular y de patología e inmunología.
“Se trata de una combinación inusual y muy deseable para un
anticuerpo. Además, se une a un punto único de la proteína espiga al que no se
dirigen otros anticuerpos en desarrollo. Eso es estupendo para la terapia
combinada. Podríamos empezar a pensar en combinar este anticuerpo con otro que
se una en otro lugar para crear una terapia combinada a la que el virus muy
difícilmente podría resistir”, agregó.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Immunity y
podrían ser un paso hacia el desarrollo de nuevas terapias basadas en
anticuerpos que tengan menos probabilidades de perder su potencia a medida que
aparezcan nuevas mutaciones.
Fuente: Sin Embargo