En cuatro décadas de negociaciones sobre el clima, el mundo
se ha centrado intensa y exclusivamente en el gas más abundante que calienta la
atmósfera: el dióxido de carbono.
Este año, los científicos instan a centrarse en otro potente
gas de efecto invernadero, el metano, como la mejor esperanza del planeta para
evitar un calentamiento global catastrófico.
Los países deben hacer “reducciones fuertes, rápidas y
sostenidas” de las emisiones de metano, además de recortar las de CO2,
advierten los científicos en un informe histórico del Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en
inglés) publicado este lunes.
La petición podría causar consternación en los países que
optan por el gas natural como alternativa más limpia al carbón que emite CO2.
También podría suponer un reto para los países en los que la agricultura y la
ganadería, especialmente la de vacuno, son industrias importantes.
Pero aunque tanto el metano como el CO2 calientan la
atmósfera, los dos gases de efecto invernadero no son iguales. Una sola
molécula de CO2 provoca menos calentamiento que una molécula de metano, pero
permanece durante cientos de años en la atmósfera, mientras que el metano
desaparece en dos décadas.
El informe ejerce “una gran presión sobre el mundo para que
se intensifique la lucha contra el metano”, dijo el revisor del informe del
IPCC, Durwood Zaelke, presidente del Instituto para la Gobernanza y el
Desarrollo Sostenible de Washington DC.
“Reducir el metano es la estrategia más importante y rápida
para frenar el calentamiento”, dijo Zaelke.
¿Por qué el metano ahora?
La temperatura media mundial actual ya es 1.1 grados Celsius superior a la
media preindustrial, gracias a las emisiones vertidas al aire desde mediados
del siglo 19. Pero, según el informe, el mundo habría experimentado un
calentamiento adicional de 0.5 grados Celsius si los cielos no estuvieran
llenos de contaminación que refleja parte de la radiación solar hacia el
espacio.
A medida que el mundo abandone los combustibles fósiles y
combata la contaminación atmosférica, esos aerosoles desaparecerán y las
temperaturas podrían subir aún más.
Reducir rápidamente el metano podría “contrarrestar” este
efecto, al tiempo que mejoraría la calidad del aire, dijo la autora del resumen
del informe del IPCC, Maisa Rojas Corradi, científica atmosférica de la
Universidad de Chile.
A escala mundial, las emisiones de metano son responsables
de alrededor del 30% del calentamiento desde la era preindustrial, según las
Naciones Unidas.
Pero el papel del metano, los aerosoles y otros
contaminantes climáticos de vida corta no habían sido discutidos por el IPCC
hasta ahora.
“El informe llama la atención sobre los beneficios
inmediatos de las reducciones significativas de metano, tanto desde el punto de
vista de la concentración atmosférica como de los beneficios colaterales para
la salud humana derivados de la mejora de la calidad del aire”, declaró Jane
Lubchenco, subdirectora de clima y medio ambiente de la Oficina de Política
Científica y Tecnológica de la Casa Blanca.
Fuente: Forbes