Fue a través de Twitter ‘Soy camarero’ en donde este caso se
hizo visible. En esta cuenta que comparte ofertas laborales en el sector de
hostelería se evidenció la conversación que tuvo la mujer con los propietarios
de un negocio.
En la imagen que narra la historia, se lee la conversación
que sostuvo Rocío por WhatsApp con el propietario del trabajo en un hotel de
Zaragoza. En ésta se leyó la solicitud que le había enviado el dueño a la mujer
para seguir con el proceso de contratación.
El propietario del trabajo que tenía vacantes pidió que le
enviara fotos de su cara y cuerpo para ver su apariencia.
La trabajadora le ha escrito por la solicitud que le había
mandado el dueño para contratarla. Entonces, este le ha pedido que para ello le
diera su edad y le enviara imágenes suyas “de cara y cuerpo entero de frente”
para ver su presencia. Una vez se las enviara, le contaría las condiciones.
“Hola, soy Rocío, era por el mensaje que me has mandado. El
hotel es en Zaragoza?”, inicia la conversación.
“Hola dime tu edad y madame fotos tuyas de cara y cuerpo
entre de frente para ver tu personalidad y te cuento gracias. Un saludo y
perdona por molestarte”, respondió el propietario del lugar.
Fue así que Rocío estalló contra el reclutador y le
respondió de forma épica. Primero lo cuestionó por las fotos, pues resaltó que
no era una empresa de modelos.
″¿Fotos de cara, de frente y de cuerpo entero? ¿Qué es, una
agencia de modelos? Porque que yo sepa es para camarera”, contestó a la
petición de fotografías.
Además, por si fuera poco envió una fotografía bastante
‘asquerosa’: mandó una imagen de una hece fecal. Incluso, deseó que le gustara
la imagen.
“Bueno como veo que te gustan las fotos te la voy a mandar,
espero que te guste”, escribió.
La publicación de inmediato se volvió viral con múltiples
comentarios. Algunos celebraron la hazaña, mientras que otros catalogaron el
trato de la mujer como impropio.
“¿Soy el único a quien le parece que la respuesta de Rocio
es más incorrecta que la pregunta?. Es soez, maleducada, asquerosa e
injustificada. Desconocemos las razones de quien pregunta, pero no deja de ser
una pregunta a la que puedes responder o no. ¡¡MUY MAL ROCIO!!”; “Esto es
inadmisible y todo el mundo debería saberlo para no ir jamás”; “Mejor respuesta,
imposible”, se lee entre las reacciones.