Los talibanes llevaron a cabo un nuevo ataque este
jueves en el valle del Panshir, al este, uno de los escasos reductos de
resistencia frente al nuevo régimen en Afganistán, informaron combatientes
contrarios al movimiento islamista.
“Hace algunas horas, atacaron y los derrotamos. Esperamos
nuevos ataques de los talibanes y estamos listos para combatirlos si se
arriesgan a invadirnos”, dijo un combatiente del Frente Nacional de Resistencia
(FNR), que agrupa a milicias antitalibanas y a exmiembros de las fuerzas
armadas afganas.
Horas antes, la ONG italiana Emergency dijo en Twitter
que había recibido en su hospital de Kabul a “cuatro pacientes heridos y a
cuatro fallecidos en los combates en Gulbahar”, situado a la entrada del
valle de Panshir, probablemente en un ataque talibán perpetrado el miércoles.
Según Fahim Dashti, un responsable del FNR, los talibanes
“no lograron avanzar ni un kilómetro”.
El FNR espera poder negociar con los talibanes pero
prometió defender el valle, rodeado por centenares de combatientes del
movimiento islamista. Por ahora las conversaciones han fracasado, según
los talibanes, que instaron el miércoles a los resistentes a rendirse.
Los islamistas no han comunicado ningún balance de sus
bajas en estos ataques en el Panshir.
“Hemos intentado avanzar hacia la paz pero los talibanes
usan la fuerza y eso no funciona”, dijo otro combatiente del FNR, asegurando
que habían provocado “muchas bajas en el enemigo” en los últimos combates.
Panshir, un bastión antitalibán desde hace años, es un
valle de difícil acceso, situado en el corazón de las montañas de Hindú
Kush, cuya prolongación hacia el sur se encuentra a tan solo 80 km al
norte de Kabul.
La resistencia se aglutina en torno a Ahmad Masud, hijo
del célebre comandante Ahmed Shá Masud, símbolo de la resistencia ante los
soviéticos y posteriormente ante los talibanes, que fue asesinado el 9 de
septiembre de 2001 por Al Qaida. A él se unió también Amrullah Saleh,
vicepresidente del gobierno depuesto.