Tras confirmarse un caso sospechoso en Sinaloa, los casos de Covid-19 provocados por la variante ómicron suman 42 en el país, de acuerdo con información recogida por la base de datos GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) que recopila información de los gobiernos sobre casos de variantes del virus.
En los últimos seis días, los casos de ómicron identificados genéticamente en el país aumentaron en un 65 por ciento, de acuerdo con el mapa presentado por GISAID, cuyos datos son alimentados por dependencias públicas como el Instituto Nacional de Medicina Genómica en el caso de México.
De estos casos, 25 son hombres y 17 son mujeres. Entre los primeros se encuentran dos niños de uno y cinco años de edad respectivamente y entre los segundos una niña de dos y otra de cinco años de edad.
En cuanto a su distribución por estados, 30 de los casos se ubican en la Ciudad de México, ocho en el Estado de México, tres en Tamaulipas y uno en Sinaloa. El caso sinaloense es el de un hombre de 33 años de Mazatlán, quien asistió a una boda el pasado 13 de diciembre en Guadalajara, Jalisco y a los tres días del evento empezó a presentar síntomas.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica reportó el caso a la base de GISAID. El hombre había resultado positivo para Covid-19 el pasado 16 de diciembre y tras el análisis genético respectivo, se pudo confirmar que se había contagiado de ómicron.
La semana pasada, el investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Sánchez-Flores, aseguró que “hay que seguir observando, pero sobre todo tomar en cuenta lo que se sabe y no bajar la guardia”. En ese sentido, destacó que ómicron presenta una mayor velocidad de la transmisión, que ya es una variante mayoritaria en algunos países donde desplazó a delta, que se escapa parcialmente a la respuesta inmune generada por las vacunas y que tiene capacidad para volver a infectar a una persona que padeció previamente Covid-19.
“En Sudáfrica, la hospitalización ha sido menor que en la primera ola para adultos (29% menos), pero para infantes no (hasta un 20% registrado). Se habla de una menor severidad pero cualquier variante que sea más transmisible, termina aumentando la severidad y la mortalidad”, mencionó.
Sánchez-Flores, quien preside la Academia de Ciencias de Morelos, mencionó que “ser optimista no significa ser descuidado”, por lo que llamó a mantener las medidas de seguridad y evitar los riesgos.
“Aumentemos los esquemas completos de vacunación y refuerzos, sobre todo con aquellas vacunas que aún no son aprobadas para uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud”, enfatizó.