Un juez federal ha ordenado este viernes suspender las corridas de toros en la Plaza México. El magistrado Jonathan Bass ha aceptado un amparo, promovido por la asociación civil Justicia Justa, que considera que el trato “degradante” a los toros viola el derecho a un medio ambiente sano. Esta suspensión es todavía provisional, pero sí obliga al recinto taurino de Ciudad de México a cancelar todas las actividades que tuviera programadas hasta la resolución definitiva, que está prevista para el 2 de junio.
México es uno de los pocos países, junto a España o Colombia, que mantiene con fervor la tradición taurina. La plaza de toros de la capital es la más grande del mundo. Llamada la Monumental o, de forma oficial, Plaza México, el recinto tiene capacidad para 50.000 personas. Sin embargo, en los últimos meses se han ido acumulando las iniciativas políticas para tratar de frenar el espectáculo, considerado tradición para unos y maltrato animal por otros.
El abogado Luis Pérez de Acha, presidente de Justicia Justa, promovió con su asociación un amparo la semana pasada. “Hay una tendencia jurisprudencial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a avalar la protección al derecho a un medio ambiente sano y eso implica la erradicación de tratamientos crueles contra animales, en particular las peleas de gallo y las corridas toros”, explica Pérez de Acha a EL PAÍS.
La suspensión concedida este viernes por Bass, juez primero de distrito en materia administrativa, impide a la alcaldía Benito Juárez, donde está ubicada la plaza, otorgar permisos para realizar estos espectáculos. “Deberán de suspender de inmediato los espectáculos taurinos”, se lee en la resolución, que será dirimida de forma definitiva el próximo jueves.
Pérez de Acha valora como un éxito esta primera suspensión porque abre como una opción “factible” la prohibición definitiva de las corridas. “En su resolución, el juez federal hace una valoración anticipada con base a la jurisprudencia de la SCJN de que las corridas de toros son inconstitucionales, de que la ley de Ciudad de México que las permite es inconstitucional”, detalla el abogado, que cree que esta medida abre la puerta a que otras asociaciones de otras partes del país “emprendan la misma lucha”.
La polémica sobre las corridas de toros no es nueva en México. Hace años que la asamblea legislativa de la capital discute iniciativas para prohibirlas, aunque todavía no había logrado mayoría. A principios de diciembre, la comisión de Bienestar Animal del Congreso de Ciudad de México consiguió pasar el primer obstáculo y aprobar en esa comisión el fin de las corridas de toros, pero no fue más allá. Ahora, con la participación ya también en la Suprema Corte de Justicia, el debate parece decantarse. El alto tribunal valoró el trato recibido por los animales, como “cruento”, por las condiciones de desigualdad que se presentan entre el ser humano y el animal, y el dolor del toro como “agónico y excesivo”. Esta posición se fijará también la semana que viene, cuando la SCJN debe discutir para invalidar el decreto del Congreso de Nayarit de 2019 que declaró la tauromaquia como un patrimonio cultural inmaterial de la entidad.
A pesar de su impresionante capacidad de aforo, la afluencia a las plazas en la capital ya estaba en declive. Menos espectáculos y menos gente. En la Monumental el próximo evento no es hasta el 2 de julio, y la temporada fuerte debía llegar con dos corridas y tres novilladas en septiembre y octubre. Ahora todo está en vilo, pero de momento, las taquillas van a estar ocupadas con los carteles de suspendido.
EL PAÍS
