Además de tener un sabor que enganchó a millones, el refresco Soldado de Chocolate era recetado hasta por los médicos. Por desgracia nunca más se volvió a producir.
Reto a cualquier persona a que me presente a un habitante de la Península de Yucatán, o de cualquier otra parte de México, que haya probado, pero no le haya gustado, el exquisito sabor del extinto refresco mexicano Soldado de Chocolate.
Su receta integrada de leche en polvo, cocoa, malta, azúcar y chocolate, dejó enganchados a millones, quienes esperan que por un milagro los dueños de Embotelladora de Refrescos Pino SA de CV, empresa que produjo la bebida de 1950 hasta 2011, la vuelvan a producir y vender.
Y puede que el milagro ocurra, pero también se antoja imposible, por algunas razones que explicaremos más abajo. Mientras, hablemos de por qué la gente se enamoró, no, más bien, se volvió adicta a Soldado de Chocolate en el estado de Yucatán, Quintana Roo, Campeche e incluso en la Ciudad de México, a donde llegaba casi de contrabando.
La gente recuerda que empezaron por regalarlo para hacerle promoción, siendo los niños los primeros en rendirse a su sabor. Por ahí de 1953 una niña de nombre Aida Farías Zavala salía cada ocho días en comerciales de Telesistema Mexicano anunciando el refresco.
“Ya no tengo frío pues mamá me da Soldado de Chocolate en mi desayuno y merienda. Soldado de Chocolate es, la bebida que a chicos y a grandes mejor deleita”. Por supuesto ni tardas ni perezosas, a las madres de la Península de Yucatán, les pareció buena idea enviar a sus hijos e hijas a la escuela con un Soldado de Chocolate en el estómago.
Conforme Soldado de Chocolate se popularizó, la bebida no podía faltar en ningún festejo, como cumpleaños infantiles y el Día del Niño. Al fin que no costaba mucho regalarles este antojo a los infantes, algo así como 2 centavos.
Para principios de 1960 el refresco estaba tan adaptado al gusto de la Península que muchos recuerdan a decenas de pescadores de Campeche hacerse a la mar con una hielera llena, no de caguamas, sino de Soldados de Chocolate, para poderlo degustar al medio día comiendo tortas de lechón tostado.
En un foro de Facebook, un hombre llamado Manuel Gómez, afirma que el refresco era tan popular que los médicos no dudaban en recetarlo caliente a niños y bebés para paliar males menores como el empacho.
La fiebre chocolatosa por este refresco yucateco llegó a la Ciudad de México. Los capitalinos recuerdan que pocos establecimientos los vendían, de los más populares, uno ubicado en Calzada de Tlalpan, del cual se desconoce el número. Además de un negocio en la colonia Portales. Mientras que otros capitalinos recuerdan haberse bebido varios Soldados de Chocolate en sus viajes de infancia o adolescencia a la Península de Yucatán.
En 2011 se fabricó el último refresco Soldado de Chocolate, por el abrupto cierre de la empresa Refrescos Pino SA de CV, misma que se vio presionada económicamente por adeudos con los trabajadores.
El padre de Soldado de Chocolate fue el capitán de barco, José María Pino Rusconi, fundador de Refrescos Pino. Antes de crear su compañía, el hombre era famoso por deleitar a sus marinos, así como a los invitados de sus fiestas, con bebidas deliciosas no alcohólicas. Fue así como fue motivado a fundar la empresa que diera una de las bebidas mexicanas que dejara tantos gratos recuerdos en los mexicanos.
7 importantes datos más sobre el refresco Soldado de Chocolate
Soldado de Chocolate tuvo su similar en Estados Unidos, conocido allá como Chocolate Soldier. Sin embargo las fechas no son claras, por lo que no podemos afirmar si la bebida norteamericana nació primero que la mexicana.
En el 2000 surgió en Yucatán una bebida para quitarle clientes a Soldado de Chocolate, su nombre es Bevi, la cual hasta el momento sigue vendiéndose, no solo en la Península de Yucatán, sino en otras partes del país. Así que si quieres probar cómo sabía el Soldado de Chocolate puedes tomarte un Bevi. Aunque eso sí, este producto ya es de Coca Cola Company.
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En 2021 diversos portales de noticias le gastaron una mala broma a los fans de Soldado de Chocolate, inventando que el refresco yucateco se volvería a fabricar, pero todo se trató de un ardid por el Día de los Inocentes.
Cuenta la leyenda que en algunos negocios escondidos de Yucatán aún venden Soldado de Chocolate obtenidos de quien sabe dónde, aunque también los hay para coleccionistas en Mercado Libre.
La Embotelladora de Refrescos Pino daba recorridos por su fábrica a estudiantes de primaria, secundaria y público en general. Era tanta la demanda que había lista de espera de varios meses.
Hay testimonios de que en Guadalajara también hubo negocios que vendieron Soldado de Chocolate.
Soldado de Chocolate llegó a sacar su versión de sabor vainilla, pero no tuvo el éxito de su hermano mayor.