En agosto, el hallazgo de los cadáveres de dos menores de entre 5 y 10 años de edad en unas maletas subastadas en Nueva Zelanda sacudió a todo el país conmocionando a la opinión pública. Un caso especialmente complicado de resolver que ha avanzado esta semana gracias a la colaboración entre las policías de Corea del Sur y Nueva Zelanda, que ha llevado a la detención de una sospechosa, según informa The Guardian.
Nueva Zelanda ha pedido su extradición y está a la espera de la decisión de las autoridades de Corea del Sur, donde ha sido detenida la sospechosa. (Foto: Getty Images)
Nueva Zelanda ha pedido su extradición y está a la espera de la decisión de las autoridades de Corea del Sur, donde ha sido detenida la sospechosa. (Foto: Getty Images)
El descubrimiento de los cadáveres de los dos menores tuvo lugar después de una subasta de objetos abandonados. Una familia de Auckland adquirió las dos maletas y cuando estas llegaron a su casa tras la compra se encontraron con que en el interior había dos cuerpos. Se determinó que se trataba de dos niños con edades comprendidas entre los 5 y los 10 años y que probablemente habían sido ocultados ahí hacía años. Entre tres o cuatro, apuntaron las autoridades.
Un caso difícil de resolver que vuelve a estar esta semana de actualidad después de conocerse la detención en la ciudad coreana de Ulsan de una mujer de 42 años como sospechosa. La detenida por la policía coreana podría enfrentarse a dos cargos de asesinato, acusación que figura en la orden de arresto ejecutada. Por el momento ha sido trasladada a Seúl y queda esperar si se autoriza la extradición a Nueva Zelanda, como han solicitado las autoridades de este país, para juzgarla.
Su identidad no ha sido hecha pública y, según publica The Guardian, se cubrió la cara con el abrigo al salir de la comisaría antes de ser introducida en el coche que la trasladó a Seúl. Park Seung-hoon, funcionario de la Agencia Nacional de Policía, ha precisado que aún no hay fecha para la decisión de extraditarla.
A finales de agosto la Policía de Nueva Zelanda ya tenía identificada como posible familiar de los niños a un mujer de nacionalidad neozelandesa nacida en Corea. La información que tenían los investigadores la situaban en Corea del Sur en 2018 y no constaba en ningún registro que hubiese vuelto a salir del país. Llegó a publicarse que podría ser su madre, aunque una vez detenida no se ha precisado el parentesco.
El inspector Tofilau Fa'amanuia Vaaelua ha felicitado a los implicados por la cooperación internacional que ha hecho posible tenerla “bajo custodia en el extranjero en tan poco tiempo”. Vaaelua ha recalcado el impacto que el caso ha tenido en “la comunidad” y reconocido que “no importa cuánto tiempo o cuántos años sirva e investigue casos horribles como este, nunca es más fácil de hacer”.