El director del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, aseguró que son infundadas y falsas las reclamaciones que realizan ejidatarios que se dicen dueños de las tierras que ocupa la zona de Ek Balam.
El lunes 16 pasado, el Diario publicó que se avecina algún conflicto entre ejidatarios de esta población y el INAH por la expropiación, hace muchos años, de 32 hectáreas de la zona arqueológica Ek Balam sin el pago de una indemnización.
Por ello, ante el conflicto que tuvo Chichén Itzá por el cierre del tramo de la carretera federal Mérida-Valladolid, que lleva a la zona arqueológica, los ejidatarios de Ek Balam cobraron $100 por vehículo en el estacionamiento aprovechando la gran afluencia de turistas.
Los ejidatarios argumentaron que cuando ocurrió la expropiación les prometieron pagar la indemnización correspondiente, pero hasta la fecha el INAH no ha pagado. Gestionaron ante Cultur un apoyo y les entregó $100,000, que se repartieron entre los ejidatarios.
En respuesta a estas reclamaciones, Chab Cárdenas informó que respecto a las manifestaciones de diversas personas que hacen referencia de un posible incumplimiento del INAH en la zona arqueológica de Ek Balam, esta denuncia pública es totalmente falsa, en virtud de que el INAH ni alguna otra dependencia del gobierno federal ha emitido algún trámite expropiatorio de las tierras de Ek Balam, que dicen pertenecer a diversas comunidades asentadas en el entorno.
Ek Balam, bajo la protección del INAH
El funcionario afirmó que, lo que sí es cierto, es que el INAH tiene registrado el sitio arqueológico de Ek Balam y un polígono de protección, pero esto está regulado y protegido por la Ley Federal de Monumentos, Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, que establece una regulación específica para la zona arqueológica
Por tanto, la misma ley federal protege el sitio y un área específica donde no puede realizarse ninguna obra sin autorización del INAH.
En otro tema, el arqueólogo José Osorio León, investigador del INAH y responsable del rescate y restauración de la sección llamada Chichén Viejo, afirmó que los últimos descubrimientos arqueológicos y la restauración de estos vestigios proyectan a Chichén Itzá en estos tiempos como el sitio más importante de Mesoamérica