Llegar a Siempre en domingo fue una aspiración de miles artistas mexicanos y extranjeros durante las casi tres décadas de existencia del legendario programa. Sin embargo, subir al anhelado escenario tampoco garantizaba el éxito rotundo; una vez ahí, si al titular del show Raúl Velasco le desagradaba algo, no dudaba en hacerlo notar en ese mismo espacio o tras bambalinas.
A muchos les fue necesario ganarse y conservar la simpatía del conductor, no fuera que un día les boicoteara la carrera. Pero otros, una vez consagrados y cansados de los malos tratos del temible conductor no dudaron en reclamarle, como lo hizo Joan Sebastian.
En realidad, el llamado 'Poeta del pueblo'AutAreaNostalgia no le reclamó sino le agradeció que cuando siendo "un muchacho soñador que se te acercaba mucho, te daba mucha lata, por los pasillos siempre te andaba persiguiendo" le negó un momento para hablar con él y contarle cuál era su sueño, el de convertirse en un aclamado cantante, "la verdad es que no te lo tomo a mal, eres un hombre —como eres todavía— muy ocupado muy luchador", le confesó en 1997.
Aquel año, Joan Sebastian promocionaba 'Veinticinco rosas', tema que formaba parte de su disco Baladas Vol. I y se había convertido en uno de los cantautores más reconocidos y solicitados gracias a colaboraciones y una discografía que abarcaba más de veinte álbumes. Era más que justo que se presentara en Siempre en domingo, el escenario al que siempre aspiró.
Una vez ahí, su emoción le hizo recordar cómo Velasco le había cerrado las puertas al inicio de su carrera. "Un día ya desesperado y rebasando un tanto mi prudencia, te enfrenté llana y francamente, te dije 'señor Velasco, ¿no tuviera usted un momento para mí?', y me dijiste 'no tengo un momento para ti, estoy muy ocupado, perdóname; hasta luego'. En ese momento, Raúl, me hice una promesa: me juré sin coraje, me juré con mucha fe, que un día ibas a tener tiempo para mí".
Con toda la honestidad de la que disponía el cantante, le agradeció los consejos y las enseñanzas "que le has dado a mi vida como hombre y como artista", que fueron cimientos a su carrera, ya para entonces de poco más de dos décadas. Para sellar el momento, le pidió permiso para darle "un beso de hombre", colocó sus labios sobre sus mejillas y le dio un abrazo.
La situación parece haber conmovido al presentador, quien antes de cederle los micrófonos para interpretar su canción, se disculpó por su soberbia actitud de años atrás.
"Permíteme que te pida perdón, porque muchas veces uno no abre su corazón y no está receptivo a las personas precisamente por las ocupaciones, pero no podemos estar tan ocupados como para cerrar el corazón a un ser humano. Discúlpame, los tiempos han cambiado; Raúl Velasco también".
