Con más de 15 millones de visitas en TikTok, el movimiento "No Wash" ("No lavar) ha ganado popularidad recientemente. La diseñadora de moda británica Stella McCartney fue la primera en darlo a conocer. McCartney declaró al periódico The Observer: "Básicamente, en la vida, la regla general es que si no tienes que lavar absolutamente nada, no lo laves".
El objetivo de esta tendencia es que la gente lave menos la ropa y el pelo, o incluso que no los lave en absoluto, para luchar contra el calentamiento global. Los detergentes intensivos en carbono tienen un impacto negativo en el medio ambiente, y lo mismo ocurre con las cantidades y el uso de agua en el baño.
Pero esto no es todo. Las lavadoras utilizan hasta el 17% del consumo total de agua y, con unos gastos cada vez mayores debido a la crisis del coste de la energía, esto repercute negativamente en las facturas domésticas. En pocas palabras, "No lavar" también es una buena forma de ahorrar dinero.
Por costumbre, muchas personas lavan la ropa después de cada uso. Pero, ¿es necesario?
Principalmente, es una cuestión de higiene y de cómo nos sentimos cuando no llevamos ropa limpia. El sudor suele ser el principal culpable a la hora de tirar las cosas a la lavadora. Pero para la mayoría de la gente, la rutina diaria del trabajo, en una oficina por ejemplo, es poco probable que le haga sudar.
Esto significa que la ropa puede durar varias veces sin oler mal. Y también es posible hacer cambios en la ropa que llevamos para incluir tejidos más transpirables, como el algodón. O incluir lanas, conocidas por sus propiedades naturales de autolimpieza e inodoras.
Regla de oro
Volviendo a la "regla empírica" de McCartney, el lugar de residencia es un factor clave a la hora de seguir la tendencia.
Si vives en un país caluroso, es difícil evitar el sudor, y la lana no es la mejor opción. Una solución mejor que una política de "no lavar" es comprometerse a realizar lavados en frío y limitados.
Además, se dice que lavar la ropa con menos frecuencia es, en realidad, mejor para la durabilidad de una prenda, ya que ayuda a que dure más. Otra ventaja para el medio ambiente.