Ya transcurrieron 10 días desde que el Huracán Otis tocó tierra en Guerrero y destruyó Acapulco, uno de los principales centros turísticos del país disputado por varias organizaciones criminales que podrían beneficiarse con la reconstrucción del puerto.
La presidenta de la Cámara de Diputados instó a la creación de un Fondo de Reconstrucción de Acapulco, Guerrero (Cuartoscuro)
De acuerdo con el analista del International Crisis Group, Falko Ernts, son varias las organizaciones criminales que lavan dinero a través de inmobiliarias y compañías dedicadas a la construcción y que terminarán por aprovechar los miles millones de recursos económicos que se destinarán para volver a levantar la economía de Acapulco.
Y es que desde que el Huracán Otis azotó las costas de Guerrero las imágenes que muestran la destrucción del puerto de Acapulco no se terminan: hoteles, comercios, avenidas y casas completamente en ruinas deberán ser reconstruidas.
“Estamos hablando de miles de millones de dólares que tienen que ser invertidos en el esfuerzo de reconstrucción”, dijo Falko Ernst a la organización InSigth Crime.
Personal del ejército mexicano reparte despensas hoy, a personas afectadas por el paso del huracán Otis, en el balneario de Acapulco, en el estado de Guerrero (México). EFE/David Guzmán
Personal del ejército mexicano reparte despensas hoy, a personas afectadas por el paso del huracán Otis, en el balneario de Acapulco, en el estado de Guerrero (México). EFE/David Guzmán
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Independiente de Acapulco son las organizaciones criminales con mayor presencia en el puerto y también las que buscarán adherir a sus filas a los miles de trabajadores que se quedaron sin empleo, advirtió el especialista.
Para ejemplificar lo que podría ocurrir en Acapulco, Falko Ernst recordó lo ocurrido en 2017 y 2021 en México, cuando un terremoto y unas inundaciones hicieron aparecer los “brazos humanitarios” del CJNG en Zacatecas y de La Unión Tepito en la Ciudad de México.
En plenas crisis por eventos naturales aparecieron ayudas con los logotipos de los cárteles mexicanos que entregaron a los miles de damnificados.
Algo similar ocurrió durante la pandemia de Covid-19 cuando a través de redes sociales se difundió la entrega de despensas de parte de presuntos integrantes del Cártel del Golfo, los Zetas y Los Viagras.
Centros turísticos, paraíso de cárteles
Desde Baja California hasta Cancún, organizaciones criminales aprovechan la inmensa derrama económica dejada por el turismo para lavar millones de dólares provenientes del tráfico de drogas.
Conviene recordar que en abril pasado la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a 27 empresas mexicanas por tener presuntos vínculos con el CJNG y una red de defraudadores que operan en Puerto Vallarta, Jalisco.
Las autoridades norteamericanas detectaron fraudes inmobiliarios bajo el esquema de tiempos compartidos que nunca se construyeron y quienes invirtieron jamás pudieron recuperar su dinero.
Otra manera de lavar dinero por el cártel de las cuatro letras está relacionado por empresas fantasmas y prestanombres que realizan grandes pedidos de materiales de construcción e invierten en desarrollos inmobiliarios que les permite incluir entre sus activos dinero proveniente del narco.
El otro negocio de los narcos es la operación de comercios y restaurantes como el Kenzo Sushi Lounge, un establecimiento bajo el mando de Jessica Oseguera Gonzlález -la hija de El Mencho- con el cual lavó al menos un millón y medio de dólares entre 2015 y 2018.
Para el especialista del International Crisis Group, la crisis que se vive en Acapulco tras el paso del Huracán Otis no sólo permitirá que los cárteles mexicanos busquen mezclar su dinero sucio con los miles de millones que levantarán al puerto; también arrojará a miles de personas a la pobreza y el desempleo y que podrían encontrar en las garras del crimen organizado una salida inmediata y alternativa para escapar del desastre que destruyó toda una ciudad en cuestión de horas.
