El comunicado del Club León en el que informó la salida de Nicolás Larcamón también manifestó la vergüenza que sentía por la precoz eliminación en el Mundial de Clubes.
Larcamón se convirtió en la cuarta apuesta fallida en el timón esmeralda después de Nacho Ambriz con quién se besó la gloria del título en 2020.
Efectivamente, en su momento muchos avalamos la elección del argentino que, conforme fue avanzando su gestión, sucumbió ante la dificultad para conducir al equipo leonés.
Ahora, la directiva esmeralda baraja las opciones para ocupar la vacante.
Como suele suceder, son momentos en los que aflora el romanticismo en aquellos que creen que Vucetich, Matosas y Ambriz son las mejores opciones como últimos campeones con la Fiera. Pero como decía mi abuela: ni sopa recalentada ni amor por segunda vez.
Jorge Bava suena fuerte. Técnico charrúa, campeón con el Liverpool de su país, se apega al perfil del Grupo Pachuca, mismo que gusta de darle estreno en el futbol mexicano a técnicos extranjeros como lo hizo con Diego Alonso, Martín Palermo, Paulo Pezzolano, Pako Ayestarán, Juan Antonio Pizzi, Javier Torrente, Gustavo Díaz, Ariel Holan y Renato Paiva.
De los referidos, sólo Alonso alzó un título y aunque la fórmula de traer entrenadores del exterior no es ciento por ciento efectiva, siempre resultará atractiva como para darle el beneficio de la duda.
La elección del nuevo domador, el adiós de algunos jugadores y la bienvenida de verdaderos refuerzos, deberán ser decisiones tan acertadas como para cumplir el compromiso de la directiva esmeralda por recuperar en la Fiera la mística, identidad, vocación y valentía, como lo expresó también en el comunicado en mención.
Queremos entender que la promesa es contar de inmediato con un equipo triunfador que no gane como sea sino por ser ofensivo, que tenga comunión con la afición y que si ha de morir, sea dignamente.
Prácticamente se tiene un mes para trabajar y reavivar esas cualidades y estar listos para la segunda semana de enero cuando inicie el Clausura 2024. Entonces, manos a la obra que se hace tarde.
