El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que el crimen organizado se ha expandido en el país a estados donde antes no tenían presencia.
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el mandatario aceptó que este es el caso de Tabasco y Chiapas, en donde ya se decidió enviar mil integrantes de las fuerzas armadas para enfrentar a las bandas del crimen.
“Hay estados en donde no había tanta presencia de la delincuencia y ahora hay más, y otros en donde, como vimos, Tamaulipas, donde ha bajado la incidencia delictiva”, dijo.
López Obrador atribuyó este fenómeno a las confrontaciones entre las bandas criminales que quieren controlar determinados territorios.
Por ello, insistió en que el gobierno ya envió mil elementos a Tabasco y Chiapas, donde se está incrementando la violencia. Y dijo que continúan pendientes de Quintana Roo, donde también se han presentado hechos delincuenciales.
“Estos que llegan y dicen: ya vamos a poner orden nosotros, vamos a barrer, es lo mismo, es la llegada de un grupo o que se dividen y se enfrentan, entonces estamos en eso”, agregó.
Mencionó que la estrategia de su gobierno está centrada en garantizar la paz de los ciudadanos atendiendo las causas que generan la violencia, es decir, procurando que no se desintegren las familias, que tengan mejores ingresos, que haya trabajo y educación para los jóvenes y que se fortalezcan los valores.
“Que se haga a un lado el individualismo, el materialismo, el lujo barato, que se entienda que la felicidad es estar bien con uno mismo, que se fortalezcan valores culturales, morales, espirituales, tenemos los mexicanos una gran reserva de valores”, apuntó.
Sin embargo, dejó en claro que su gobierno sí realiza labores de contención de los criminales y no les permite actuar con libertad, “ya no es como antes”, sostuvo.