(apro).– Una familia de la comunidad de Mangas, en Tezontepec de Aldama, Hidalgo, ubicada en la región del Valle del Mezquital, acusó inacción y posible negligencia por parte de personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), después de tres traslados a clínicas de diferentes puntos del estado sin que le realicen una intervención quirúrgica a una mujer mayor que desde hace cuatro días sufre de un dolor agudo en el estómago.
Acusaron que, tras acudir primero a la clínica de Mixquiahuala y, posteriormente, ser remitidos a Tepeji del Río, les confirmaron que la paciente Cándida Ángeles Porras, de 62 años, tiene piedras en la vesícula y alrededor de ésta se ha llenado de pus. Los dolores se agudizaron y el personal médico del segundo nosocomio ordenó una operación inmediata. No obstante, cuando estaba prevista, no hubo un especialista para la atención y cuidado de los pacientes durante intervenciones.
“La iban a operar ayer por la noche, pero no hubo anestesiólogo; entonces, nos dicen: ‘la vamos a mandar a Pachuca’, pero ella seguía teniendo dolor intenso. Me mandan a las 3 de la mañana aquí a Pachuca y me reciben bien. Al final, una de las doctoras que me recibió me hizo firmar un papel que decía que el quirófano estaba ocupado por dos niños que estaban graves. Yo firmé”, narró Miriam Vargas, hija de la paciente. A partir de entonces, contó, vino una espera en la que su madre manifestaba un incremento de los dolores en el vientre.
“Se dieron las 8 o 9 de la mañana y no había noticias. Pasé con la trabajadora social ahí en la clínica 36 y me dice: ‘es que hay más gente, pero lo de su mamá no es urgente, porque es emergencia y urgencia’”. Con ello, precisó Miriam, intentaron persuadirlos de que su situación estaba controlada.
Aunque esperaron las siguientes horas sin recibir información, los dolores de la adulta mayor incrementaron y, al pedir atención de forma insistente, denunciaron que el personal les remarcó que su caso no era urgente y que, por manifestarse con esa actitud, los remitirían de nuevo a la clínica que los había enviado.
“Estuve todo el día ahí, hasta las 11, cuando supuestamente el doctor ya nos iba a dar informes. Pasamos como 11:30 o 12:00. Paso con mi mamá, que ya estaba llorando por el dolor. Imagínese la vesícula, con piedras y pus, y me dijo que ya le había ido a decir el doctor que su caso no era tan grave, que ella podía esperar y que además la iban a regresar a Tepeji porque ellos no podían hacerse cargo de Tepeji, que ellos debían hacer su trabajo”, añadió Vargas, en entrevista telefónica, en la que pidió apoyo de las autoridades de salud en el estado.
“Yo sí me molesté y les dije: ¿entonces por qué la aceptaron? ¿Por qué estuvimos esperando tantísimo tiempo y hasta ahora me dicen que no?”
A partir de ese momento, afirmó, la enviaron con diferentes cirujanos, en distintos pisos, y cada uno la remitía con otro miembro del personal, sin atenderla, hasta que increparon a quien les dijeron es el director del nosocomio, de apellido Ayala. Él, aseguran, les reprochó: “Su mamá no está delicada, ¿quién le dijo eso?”. La familia reclama que en el dictamen médico se especificó que su mamá llegaba a la capital estatal por urgencia.
“Tomamos la decisión de grabarlo, para que vieran su actitud, y le dijo a una mujer de seguridad que nos retirara de ahí, porque lo estábamos grabando, y le quiso quitar el teléfono a una de mis tías. Después se acercó una persona a decirnos que estábamos dando mal la información. Estamos en espera de eso, de que atiendan a mi mamá, que es diabética, hipertensa, tiene tiroidismo y aparte tiene como tres o cuatro meses que salió de un problema del corazón”, recriminó.
La familia teme que por los días que han pasado el malestar incremente hasta generar un daño mayor. Asimismo, piden no ser remitidos nuevamente a Tepeji o Mixquiahuala, donde no había personal especializado para realizar la operación y por esa razón fueron enviados a Pachuca.