la interrupción de las actividades normales. Mientras tanto, organizaciones como el Banco de Alimentos de Culiacán, en colaboración con el Gobierno estatal, han implementado un plan de emergencia para entregar víveres directamente a los hogares más afectados, tratando de mitigar el impacto del desabasto que amenaza con empeorar.
Desplazamientos forzados dejan pueblos fantasma
Sin embargo, el problema no se limita a la escasez de alimentos. El Palmito, una comunidad ubicada en la zona serrana de Sinaloa, cerca de los límites con Durango, se ha convertido en un pueblo fantasma. En la madrugada del 15 de septiembre, los últimos 180 habitantes fueron evacuados por las autoridades, tras ser asediados por la violencia. Bajo el resguardo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional y policías, las familias fueron escoltadas a refugios, dejando atrás sus hogares y pertenencias.
El alcalde de Concordia, Raúl Díaz Bernal, confirmó que la situación en El Palmito es devastadora. Algunas familias se refugiaron en Villa Unión y Mazatlán, mientras que otras buscaron protección en localidades de Durango. La violencia ha forzado a la población a tomar decisiones extremas, y se teme que Potrerillos, otro poblado en el sur de Concordia, pronto se sume a la lista de pueblos vacíos, tras el abandono gradual de sus habitantes.
El alcalde señaló que Concordia, en conjunto con el Sistema DIF y autoridades estatales, ha habilitado refugios para atender a los desplazados. Mientras tanto, agradeció el refuerzo de las fuerzas federales, que han aumentado su presencia en la zona para contener la creciente crisis. A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo tensa, y el temor de que más localidades se conviertan en pueblos fantasmas sigue latente, marcando una de las etapas más difíciles para las familias sinaloenses.
Guerra entre Los Chapitos y La Mayiza rompe récord de asesinatos en Sinaloa
En lo que va del mes, Sinaloa ha alcanzado un alarmante récord de homicidios con un total de 58, según cifras preliminares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Este aumento en la violencia surge en medio de la disputa territorial entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayos, que han intensificado su lucha por el control de zonas estratégicas.
Este 15 de septiembre en pleno Grito de Independencia, la entidad vivió su jornada más sangrienta con 14 personas asesinadas en 24 horas. Tres días después, el 18 de septiembre, otros nueve homicidios se registraron en distintos puntos del estado, consolidando este mes como el más violento del año.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que estos actos de violencia forman parte de una campaña de desprestigio hacia su gobierno, la realidad en Sinaloa cuenta una historia diferente. La Fiscalía General del Estado localizó ayer tres cuerpos abandonados en la carretera México 15 y Costerita, a esto se suman siete denuncias por privación ilegal de la libertad en la capital del estado, Culiacán.
La violencia que afecta al estado, gobernado por el morenista Rubén Rocha Moya, ha convertido a varias zonas en campos de batalla, donde la vida cotidiana de sus habitantes ha sido severamente afectada. Comercios cerrados, comunidades en alerta y desplazamientos forzados son algunas de las consecuencias directas de la guerra entre estos grupos criminales.
