La diócesis de San Cristóbal de las Casas exigió al gobierno un urgente desarme, el desmantelamiento y la desarticulación inmediata de los grupos criminales en Chiapas y sus redes aliadas nacionales e internacionales, interesadas en el despojo y el control territorial.
La demanda incluye que haya un alto total a "la violencia desbordada" en el estado ," la cual es fruto" de la impunidad, la complicidad, la corrupción, la negación y la minimización de "los fatales" hechos violentos que de manera cotidiana padecen los pueblos, principalmente Chicomuselo, Frontera Comalapa, Pantelhó, las regiones Sierra y la Frailesca.
Demandó, asimismo el esclarecimiento "del cruel" asesinato del presbítero Marcelo Pérez Pérez, asesinado a balazos la mañana del pasado domingo después de oficiar la misa en el barrio Cuxtitali, y que se aplique la ley a los auténticos autores materiales e intelectuales, para evitar acusaciones ligeras para evadir la presión social y las críticas.
En un comunicado señaló que el homicidio del religioso tzotzil fue cometido en un contexto que como diócesis alertaron a partir de 2020 en la carta pastoral Caminemos juntos a la Luz del Señor, cuando aumentó por la descomposición social con hechos violentos por la presencia de grupos delincuenciales y la permisividad gubernamental a través "de redes de corrupción”.
La diócesis destacó que pese a que sabía que su vida peligraba el padre Marcelo vivió una profunda fe en Dios y un gran amor a los pueblos con los que caminó hasta las últimas consecuencias. "Selló con su sangre su compromiso hasta dar la vida”.
Su actividad pastoral lo hizo padecer un período prolongado de amenazas, persecuciones, hostigamientos, calumnias, difamaciones, incluida una orden de aprehensión infundada que puso en riesgo su integridad, al punto de arrebatarle su vida.
El documento fue suscrito por los obispos Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López Alfaro, además de la canciller, María Reyes Arias Sarao y el vicario de justicia y paz, Miguel Ángel Montoya Moreno.
La diócesis de San Cristóbal de las Casas agradeció a Marcelo Pérez su entrega, su valentía y su convicción en la construcción de la paz, "en el seguimiento de Jesús hasta la cruz y la resurrección".
En ese punto, demandó que termine la criminalización y la persecución a sacerdotes, misioneros, laicos y defensores de derechos humanos que están comprometidos por la paz con justicia y dignidad, en el servicio pastoral fuera y dentro de la referida diócesis.
Sobre el caso, mediante un comunicado, el Colegio de la Frontera Sur condenó el asesinato de Pérez Pérez, a quien situó como defensor de los derechos humanos y "un incansable" promotor de la paz y el diálogo en una región "marcada por la violencia y el crimen organizado”.
En ese entorno, consideró que “su trágica muerte" no sólo representa una pérdida irreparable para quienes lo conocieron y trabajaron a su lado, sino también "un golpe significativo" para los esfuerzos de pacificación en Chiapas.
El Colegio de la Frontera Sur afirmó que la violencia en Chiapas no es un fenómeno aislado, sino un problema complejo que afecta "a una gran cantidad de ámbitos de la vida de la región", que va desde las familias y las comunidades a las escuelas, los centros laborales y el esparcimiento.
EL UNIVERSAL