Las mujeres con discapacidades, un grupo minoritario en términos de población pero cuya vulnerabilidad es mayor debido a su condición, también son víctimas del fenómeno de la desaparición. En Tamaulipas se tiene un registro de 23 casos.
Los municipios donde ocurrieron estos hechos son Nuevo Laredo (6), Matamoros (4), Reynosa (5), Victoria (3), Madero (2), Tampico (1), Xicoténcatl (1) y Méndez (1), indica la Secretaría de Gobernación en su plataforma estadística sobre desapariciones.
Entre ambos géneros suman 71 los casos de desaparición de personas con capacidades diferentes en la entidad. El registro comprende desde el año 2006 al 2024 y actualmente 47 personas aún no son localizadas, mientras a cinco se les halló sin vida, incluida una mujer.
En el transcurso de ese tiempo, un total de 16 féminas con discapacidad fueron encontradas en el estado y de siete se sigue sin tener rastro, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (Rnpdno) en su versión pública, una herramienta coordinada a través de la Comisión de Búsqueda.
Investigadores del Colegio de la Frontera Norte (Colef) señalan que es muy significativo que este grupo vulnerable de la sociedad también sea víctima del flagelo de las desapariciones.
“Es algo que también nos debemos cuestionar y preguntar ¿para qué son desaparecidas las personas con discapacidad?”, expresó Julia Estela Monárrez Fragoso, profesora investigadora del Colef, durante una exposición virtual donde se presentó el documento Frontera de Ausentes.
Apuntó que el problema de la desaparición es también un tema de género aún cuando son más los hombres en el registro. Lamenta que exista una incapacidad de reconocer el sufrimiento del otro, no solo desde el sector público sino también de la propia sociedad, que no se sensibiliza ante este tema que tanto dolor produce en muchas familias.
“Que digan que las personas fueron desaparecidas porque andaban en malos pasos, aumenta el sufrimiento y las estigmatiza; el negar el reconocimiento es parte de lo que se llama una paradoja de la negación, que aplica cuando sabes que es un acto verdadero y lo niegas”, subrayó, al afirmar que el gobierno federal anterior tomó esa postura.
Mencionó que también sucede cuando la sociedad no se conduele y niega apoyo a madres buscadoras que piden compartir fotografías de sus desaparecidas o sumarse a alguna marcha, siendo muy pocas las personas que acuden a manifestaciones por esta causa.
Monárrez Fragoso considera que es una tragedia enorme la que tenemos en el país y nos debe ocupar a todos, sin estigmatizar a las víctimas.
SJHN