La dos veces campeona mundial de boxeo, Yulihan "Cobrita" Luna, expresó en el marco del 8M que no está en contra de las marchas ni de otras manifestaciones, pero señaló que existen alternativas en las que las mujeres destacan y brillan a través del trabajo arduo.
En su caso, esto ocurre en un deporte que históricamente se consideraba exclusivo para los hombres, pero que hoy también ha visto el éxito de las mujeres.
Yulihan, quien se prepara para pelear el 29 de marzo en Chihuahua, destacó que el trabajo que realiza diariamente es igual o incluso más exigente que el de un boxeador masculino, ya que la preparación es la misma. Para ella, es un orgullo ser un ejemplo de superación para otras mujeres.
"Para mí es un orgullo poder demostrar que las mujeres podemos lograr todo lo que nos proponemos y que podemos romper todos los estereotipos, sobre todo en un deporte que se creía exclusivo para hombres. Me llena de orgullo mostrar que soy mujer y que se pueden lograr cosas a pesar de las barreras que existen", afirmó en entrevista con MILENIO.
La boxeadora reconoció que aún existe desigualdad
Aunque se trabaja todos los días para reducir la brecha entre hombres y mujeres, Luna reconoció que aún existen desigualdades, especialmente en el boxeo, donde los hombres reciben salarios desmesuradamente más altos en comparación con lo que gana una boxeadora por pelea.
"Gracias a Dios ya se ha visto un mayor movimiento en el deporte, pero aún persisten desigualdades, como en la remuneración. No es la misma, y cada día seguimos luchando para llegar, no al mismo nivel, pero al menos alcanzar la mitad de lo que ganan los hombres", explicó.
El entrenamiento es el mismo y los golpes se sienten igual en el ring
"Siempre lo hemos visto de esta manera. Tengo un hermano que también es boxeador, y hacemos exactamente lo mismo: nos levantamos juntos a correr, vamos juntos al gimnasio, entrenamos de la misma forma, boxeamos igual, incluso con los mismos rounds. No hay nada diferente, el esfuerzo es el mismo y creo que hasta más, porque yo, como madre, también tengo que atender a mi hija y lidiar con las tareas diarias, lo cual es agotador. Las mujeres hacemos un esfuerzo adicional", subrayó.
Aunque no está en contra de las marchas ni otras formas de manifestación, Yulihan prefiera un enfoque pacífico para demostrar sus capacidades.
"Me gusta hacerlo de esta manera: levantar la voz con acciones y demostrando de forma sana y positiva. A veces en las marchas se generan desórdenes, pero también existen otras maneras de alzar la voz y luchar por los derechos de las mujeres", concluyó.