Líderes empresariales coincidieron que el Fideicomiso para el Desarrollo del Turismo de Reuniones de Yucatán (Fideture) para administrar el Centro Internacional de Congresos, Powered by Samsung, deberá ser ajeno de criterios políticos, manejado por una persona capaz.
Juan José Abraham Daguer, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur), que será parte del comité técnico, declaró que el riesgo de que el comité técnico se divida en 6-6, entre gobierno y empresarios, con voto de calidad para el gobernador de Yucatán, es que cuando cambie la administración se decida modificar la dirección y se elija a un sustituto sólo por decisiones políticas.
“Según entiendo, el período de cuatro años no está asegurado porque el director debe cumplir con indicadores y metas de operación que serán evaluadas para confirmar si continúa en el cargo”, manifestó. Aunque el riesgo al tener el voto de calidad en el gobernador es que una administración futura imponga a su candidato.
Por tal motivo, señaló que la participación de la iniciativa privada permitirá ejercer de contrapeso en la elección del director y de los proyectos, aunque preferían que el voto de calidad fuera para ellos.
Gustavo Cisneros Buenfil, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), declaró que la intención del fideicomiso es que el CIC sea manejado de forma profesional, eficiente y transparente.
Aunque coincidió con Abraham Daguer en que “el voto de calidad nos hubiera gustado dentro de la iniciativa privada”, su participación en el comité técnico obligará al director a responder de manera transparente, para cumplir con los requisitos del sector de turismo de reuniones.
Por su parte, Jorge Escalante Bolio, presidente del Consejo Turístico Empresarial (Cetur), expresó que “no queremos ver que el CIC sea una oportunidad para cumplir con un compromiso político, por eso es importante integrar a los empresarios”.
“La iniciativa privada está harta de que el turismo esté subvaluado, el comité nace con una idea filosa de que no importa el apellido o el partido político del director, sino que sepan”, manifestó.
Sin la participación de la iniciativa privada, dijo, el CIC corre el riesgo de ser un botín o incluso un elefante blanco. De igual forma, los empresarios estarán atentos al manejo de la dirección y de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), mencionó.
Indicó que es positivo que el Centro de Convenciones Siglo XXI pase a ser controlado por el fideicomiso porque actualmente otorgan muchos eventos en cortesías y descuentos, lo que ha provocado que se pierdan grandes congresos. De igual forma, presenta problemas en el techo y en la fumigación, por lo que el manejo del gobierno del estado en este recinto es deficiente, señaló.
Al igual que los presidentes de la Canaco y la Coparmex, consideró que el voto de calidad para el gobernador es un “lunar”, pero comprende que fue el gobierno quien invirtió en el CIC.
Los tres líderes empresariales afirmaron que se requiere de una persona idónea que trabaje por el turismo. Cisneros Buenfil afirmó que “necesitamos certeza en la constitución del director para firmar congresos”.
Escalante Bolio consideró que se requiere un director que tenga el conocimiento y alcances equivalentes a Saúl Ancona Salazar, aunque no necesariamente debe ser él. Juan José Abraham afirmó que, tanto en la Sefotur y en la dirección, deben existir personas profesionales y ser parte de un mismo equipo para trabajar en conjunto, sin duplicar esfuerzos.
Enfatizó en que el fideicomiso debe ser un “organismo eficiente, autosuficiente y autofinanciable”.
Coparmex y Cetur señalaron que el objetivo del CIC es que se maneje como una empresa que dependa más de los proyectos que se realizan que del financiamiento público.
Información de La Jornada Maya