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Progreso ya cuenta con cámara hiperbárica

02 julio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy 

PROGRESO.- Autoridades de Progreso recibieron en resguardo la tan anhelada cámara hiperbárica, solicitada por la comunidad pesquera y la sociedad progreseña, misma que se obtuvo gracias a la generosidad de la Fundación Mayas de Yucatán A.C. con la colaboración de la misma comuna.

Esta cámara fue donada por la Fundación Mayas de Yucatán, A.C., gracias a las gestiones realizadas hace unos meses por el entonces diputado federal yucateco, Jorge Carlos Ramírez Marín.

La nueva adquisición se trata de una cámara multiplaza de doble compartimento que permite alojar a cuatro pacientes al mismo tiempo y un asistente de operación del equipo.

Cuenta con dos camas, dos sillas abatibles, iluminación, comunicación, analizador de oxígeno, sistema de aire y oxígeno, sistema de contra incendio, circuito cerrado de televisión, de operación manual y soporta seis atmósferas de presión.

Fue fabricada por la empresa MISSA Tecnología Hiperbárica y no sólo podrá resolver el añejo problema de la morbi mortalidad de los buzos comerciales de la península, que sufren problemas de descompresión, sino también podrá ser utilizada con fines de investigación científica y formación de especialistas en el área.

A la entrega acudieron el alcalde, José Isabel Cortés Góngora, y autoridades marítimas a las instalaciones de la Dirección de Obras Públicas del municipio, en donde estará en resguardo dicho equipo hasta asignarle lugar y fecha de apertura de funcionamiento a la maquina salvavidas.

En la entrega también estuvieron presentes, Gerardo Figueroa Aranda, del Comité Náutico Chicxulub; Ana María Frías Salazar, Presidenta de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Estado de Yucatán; Arisbel Gómez Ameca, Presidenta del Club Rotario; Cesar Pool Pisté, Director de Pesca y Fernando Martínez Estrada, Director de Obras Públicas. Yucatan Ahora

Yucatán tiene la cámara hiperbárica más grande de AL, sin usar y abandonada

26 febrero 2018
Noticias de Yucatán 
La cámara hiperbárica más grande de América Latina lleva nueve años abandonada en un edificio a medio construir en Mérida, Yucatán, publica el periódico La Jormada.

El aparato, que serviría para atender simultáneamente a 20 pacientes de al menos 18 patologías, entre ellas diabetes, cáncer, descompresión, quemaduras y traumatismos, ha estado ocioso dos sexenios. El edificio y la cámara costaron más de 80 millones de pesos, irrecuperables e improductivos.

Durante su segundo año de gobierno, en enero de 2009, Ivonne Ortega Pacheco dio a conocer que Grupo Financiero Banorte donó 11 millones de pesos para la adquisición de una cámara hiperbárica. El dispositivo, de 10 metros de largo y 36 toneladas, se instaló con un costo de 75 millones de pesos al lado del hospital O’Horán en 2012, último año del gobierno de Ortega, en un edificio especialmente construido para albergar la cámara y lo que sería la unidad de choque y trauma del nosocomio.

Esta unidad médica incluiría áreas de traumatología, terapia intensiva, tomografía, atención a quemados, un quirófano y zonas de esterilización. Se aseguró que la cámara hiperbárica reduciría en 40 por ciento las amputaciones a diabéticos y los injertos en personas quemadas.

A pesar de que el equipo para la unidad llegó, el edificio no fue terminado durante el gobierno de Ortega Pacheco; el sucesor de ésta, Rolando Zapata Bello, incluyó el proyecto como el compromiso número 96 de los 227 que definió al principio de su gestión.
Sin embargo, la construcción de la unidad siguió detenida y el equipo destinado a ella, que costó unos 60 millones de pesos, se trasladó al hospital O’Horán.

Desde 2013, autoridades del sector salud han hecho declaraciones contradictorias sobre la fecha en que comenzará a operar el edificio y acerca del destino que tendrá la cámara, que no se ha usado.
Instalaciones sin terminar y abandonadas. Foto: La Jornada

Traslado inviable
Cuando Rafael Barrera Zoreda fue director de Prevención y Protección a la Salud de la secretaría del ramo, declaró que la unidad de choque y trauma abriría en 2014. En diciembre de ese año el secretario, Jorge Eduardo Mendoza Mézquita, dio a conocer que la dependencia no contaba con recursos para concluir los trabajos y desconocía si el gobierno federal los aportaría para terminarlos en 2015.

Después de ocho años de abandono, personal de la Secretaría de Marina acudió al hospital en julio pasado para evaluar llevarse la cámara a Veracruz. Mendoza Mézquita aseguró entonces que el aparato no cumple con la normatividad y no necesariamente tendría mejor uso o sería más útil en Yucatán.

Sin embargo, el traslado tampoco es viable, pues sería necesario destruir el edificio para sacar la cámara. Y aunque el aparato tiene una vida de uso esperada hasta de 100 años, equipo de apoyo, como los generadores eléctricos, sí pueden estropearse por falta de uso.

La polémica atrajo el interés de médicos como Manuel Díaz Suárez, presidente de la Comisión de Salud del Congreso local, quien en septiembre de 2017 dijo que la cámara hiperbárica podía servir para atender más de 18 patologías, entre ellas gangrena gaseosa, problemas circulatorios, diabetes y vértigo. Agregó que ciertas enfermedades se combaten con terapia de oxigenación celular, por lo que era necesario que empezara a funcionar de inmediato.

Cuauhtémoc Sánchez, experto en medicina hiperbárica, responsable del curso de posgrado en medicina hiperbárica y director de esa área en el hospital O’Horán, consideró en entrevista que no es cuestión de presupuesto, sino de voluntad política.

Un Ferrari en una ranchería
El hospital O’Horán cuenta con una cámara hiperbárica más pequeña y monoplaza, insuficiente para cumplir con las exigencias de la población.

Este monstruo (el equipo abandonado) es de los 10 más grandes del mundo. Con el monoplaza tenemos una lista de espera enorme y con el mismo costo de oxígeno se puede tratar a 20 pacientes. Vino la gente de la Armada, pero ¿dónde la pone? Es como llevar un Ferrari a una ranchería. No es fácil manejarla, dijo Sánchez.

La construcción del edificio, explicó, fue supervisada por Thomas Scalea, profesor del Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore y supervisor del Centro de Trauma y Choque R. Adams Cowley. Es bonito tener un cohete que va a la Luna, aunque no vaya, agregó Sánchez.

La cámara se encuentra en un edificio abandonado detrás del hospital O’Horán, clausurado con una tabla con la leyenda no tire su basura aquí. El inmueble, apenas vigilado, tiene dentro desperdicios y animales muertos. En una de las habitaciones se encuentra la enorme estructura desconectada, hermética y casi a la intemperie.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el traumatismo es un problema sanitario desatendido en los países en desarrollo. El efecto socioeconómico empeora cuando un país cuenta con sistemas poco desarrollados de cuidados y rehabilitación postraumáticos, y con una infraestructura de bienestar social deficiente o inexistente.

Los traumatismos ocasionan más de 5 millones de muertes al año, cifra comparable con los decesos ocasionados por VIH/sida, malaria y tuberculosis juntos. El problema, explica la OMS, es que no hay datos suficientes sobre morbilidad, epidemiología, eficacia y costo-beneficio de muchas enfermedades, particularmente en traumatismos y su gestión.

Sólo en el primer semestre de 2017 murieron en Yucatán 195 personas por accidentes de tránsito, 35 por ciento más que en el mismo periodo de 2016. La principal causa de muerte fue en 80 por ciento de los casos traumatismo craneoencefálico. Al tratar un caso de traumatismo en una cámara hiperbárica de manera temprana, la diferencia es de 85 por ciento en favor del paciente, y eso reduce los costos para el hospital, afirmó Sánchez.

La gente necesita enterarse de que esto estaba hecho por una necesidad real. La cámara hiperbárica es sólo una parte del centro de trauma, que tiene 16 especialidades. ¿Qué se está haciendo para resolver la inequidad en el acceso a la salud en el estado si se tiene un sistema tan innovador, tan bueno como el de Estados Unidos, y no lo usas?, cuestionó Sánchez.

Las principales causas de muerte en Yucatán son las enfermedades del corazón, del hígado y la diabetes mellitus, según el Instituto Nacional de Geografía e Informática. El Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México determinó que la diabetes es la primera causa de muerte entre los pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, que invierte en la atención de esa enfermedad alrededor de 50 mil millones de pesos, más de la mitad de su gasto médico, especialmente en hemodiálisis, incapacidades y amputaciones.

La obesidad y la diabetes son problemas graves en el estado. Las amputaciones podrían reducirse hasta en 50 por ciento si son atendidas con la cámara hiperbárica. La causa número uno de la ceguera es la diabetes, lo mismo que de la insuficiencia renal, afirmó Sánchez.

Al inicio, la cámara hiperbárica se usaba principalmente para tratar problemas de descompresión entre buzos y pescadores, sobre todo en temporadas de pesca de pepino de mar. Sin embargo, en poblaciones costeras como Celestún, Sisal, Telchac o Dzilam no hay cámaras hiperbáricas y tampoco hay cifras oficiales de muertes por descompresión. Las únicas ciudades de Yucatán que cuentan con cámaras hiperbáricas son Progreso, Tizimín y Mérida. Aunque muchos necesitan este tratamiento, se estima que sólo 7 por ciento de los afectados son usuarios de cámaras hiperbáricas.

Según Sánchez, el costo de la cámara hiperbárica para el estado fue de cero. Fue una buena negociación. Lo que es muy malo es dejar obras inconclusas, por el motivo que sea. Lo más caro de un equipo es no usarlo. 
Información de La Jornada

Para sacar cámara hiperbárica tendrán que 'botar' un edificio

24 agosto 2017
Noticias de Yucatán 
Para deshacerse de la cámara hiperbárica múltiple del Hospital O’Horán, la Secretaría de Salud de Yucatán tiene dos opciones: destruir un edificio de 70 millones de pesos o desmantelar el equipo de 11 millones de pesos mediante el uso de un soplete, lo cual afectaría su certificación internacional.

Cualquiera de esas dos formas implicaría daños a la infraestructura y a la propia cámara hiperbárica, además de otros costos que tendría que asumir la administración estatal. 

Como Milenio Novedades informó en nota anterior (http://sipse.com/milenio/en-proximos-dias-yucatan-perdera-camarahiperbarica-266043.html), el secretario de Salud, Jorge Mendoza Mézquita, confirmó que los días de la cámara hiperbárica de 23 plazas están contados en Yucatán, pues es inmimente su salida para llevarla a otra entidad. 

En entrevista, el funcionario estatal señaló que el equipo no hace falta en Yucatán, pues el hospital O’Horán ya tiene una cámara monoplaza, a pesar de que en el Estado hay un alto índice de buzos descompresionados por las pesca de langosta y pepino de mar, y que numerosos pacientes podrían beneficiarse de los servicios de la Unidad de Trauma y Choque, que incluye ese equipo, entre ellos diabéticos, personas con cáncer, quemados y accidentados. 

La cámara pesa 36 toneladas y es la más grande su tipo en Latinoamérica. Sus dimensiones son de 17 por 10 metros, y para su traslado al sitio que actualmente ocupa fue necesario instalarla primero y luego construir el edificio. 
Información de Sipse

Insisten: debe sancionarse a Ortega por despilfarro (Hiperbárica)

28 febrero 2011
Noticias de Yucatán

(desvío, despilfarro, hiperbárica, frivolidad)

28 febrero 2011
No basta con la devolución, dice un diputado federal
Sala de espera del hospital O'Horán, el cual aún tiene carencias de servicio
Sala de espera del hospital O'Horán, el cual aún tiene carencias de servicio Ver fotos(1)

En el caso de los malos manejos de recursos enviados por la federación al gobierno estatal "no hay sanciones porque se corrigió y devolvieron los recursos, pero también hay la constancia de que se incurrió en ilícitos por los que debieran sancionar a los responsables", dijo el diputado federal panista Daniel Ávila Ruiz.

Hace unos días publicamos que la Secretaría de Salud de Yucatán usó casi 11 millones de pesos de recursos federales en 2009 para comprar una cámara hiperbárica para el Hospital O'Horán, a pesar de que Banorte entregó ese mismo año una cantidad similar en donativo para comprar el mismo equipo.

Ávila Ruiz agregó que también se gastaron $1.724,500 en fines distintos a los propósitos de este fondo, en la compra de piezas de plata, tarjetas para el Sindicato, por labores en el mismo, pago al director de un Cereso, un evento de nuestra belleza, festejos del Día de la Madre, del Día del Médico, otros convivios y renta de equipo de sonido, entre otros.

Se comprobó la compra de bienes para el programa Oportunidades y el Sindicato de Trabajadores de los Servicios de Salud, por $128,600. Los Servicios de Salud de Yucatán liquidaron indebidamente pagos a terceros del Issste, correspondientes al programa de Oportunidades y Seguro Popular, por $6.235,200.

También pagaron por laudos laborales $5.373,200; otros pagos de vales de despensa y el impuesto de dichos pagos por $5.193,400 fue indebidamente absorbido por esta secretaría de salud. Por almacenamiento y distribución de medicamentos indebidamente se pagaron $4.959,000, entre otras irregularidades enlistadas en el informe oficial.

En total dijo que se determinó la recuperación de $30.920,600, por las anomalías antes señaladas, y se asienta que se determinaron 45 observaciones, de las cuales 44 fueron solventadas por el Estado, y la que faltó generó una recomendación.

El reporte señala como consecuencias sociales, que: "Al termino del ejercicio fiscal el Organismo de Salud no cumplió al 100% con las metas establecidas, situación que repercutió en la prestación de servicios de salud a población abierta".- David Domínguez Massa dmassa@megamedia.com.mx

En contexto:
Denuncia | Detalles

El diputado federal Daniel Avila Ruiz denuncia presuntos malos manejos del erario yucateco:

Gastos indebidos

Entre los gastos indebidos están la compra de piezas de plata, tarjetas para el Sindicato, por labores en el mismo, pago al director de un Cereso, un evento de nuestra belleza, festejos del día de la madre, del día del médico, otros convivios y renta de equipo de sonido, entre otros.

Población afectada

Esta situación que repercutió en la prestación de servicios de salud a población abierta.

28 febrero 2011
Más dinero mal empleado Revelan anomalías ahora en el uso de recursos para el sector salud
El gobierno estatal devolvió más de 30 millones de pesos
Política y Gobierno


Además de las irregularidades en la compra de la cámara hiperbárica, la Secretaría de Salud estatal incurrió en más irregularidades por las que tuvo que devolver $30.290,000 a la federación, de recursos mal empleados en 2009, según la Auditoría Superior de la Federación.

El reporte señala que se realizaron gastos con fines distintos a los del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, se pagó indebidamente a dos comisionados y registraron pagos en exceso, entre otros.

Al igual que en el caso de las irregularidades en Educación donde se corrigieron con la devolución de recursos -de lo que informó el Diario el domingo 20-, el dictamen en salud no fue negativo, salió "con salvedad", al gobierno del Estado, pero al final del informe de la auditoría a este fondo se asienta el comentario siguiente:

"Al igual que en la auditoría al FAEB (Fondo de Aportaciones para la Educación Básica) cabe preguntarse si ¿dichos recursos hubieran sido devueltos si la Auditoría Superior de la Federación (ASF) no hubiera intervenido?". El domingo 20 publicamos, también como parte del informe de la ASF, que en educación Yucatán devolvió más de 240 millones de pesos, que mal ejercieron en 2009.

El diputado federal panista Daniel Ávila Ruz, secretario de la Comisión de Vigilancia de la Cuenta Pública, reiteró que en educación Yucatán salió "limpio", y ahora en salud su resultado fue "con salvedad", pero en ambos casos después de corregir las anomalías y devolver los recursos que mal emplearon del ejercicio de 2009.

¿Quién pagó por la cámara hiperbárica?

21 febrero 2011
Noticias de Yucatán

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21 febrero 2011
No se sabe si se usaron fondos de Banorte o federales
Un médico ajusta la cámara hiperbárica individual  que ofrece servicio en el hospital Agustín O'Horán de Mérida
Un médico ajusta la cámara hiperbárica individual que ofrece servicio en el hospital Agustín O'Horán de Mérida Ver fotos(1)

El 13 de enero de 2009, en una rueda de prensa en Palacio, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, acompañada de altos funcionarios de Banorte, anunció la entrega por ese banco de un donativo de once millones de pesos para la adquisición de una cámara hiperbárica.

El equipo podría atender a 20 pacientes al mismo tiempo y, según dijo la jefa del Ejecutivo, sería la quinta de su tipo en el continente americano.

En su Tercer Informe de Gobierno, la señora Ortega ratificó esa información y en uno de sus anexos dijo que se adquirió una cámara hiperbárica para el hospital O'Horán con un valor de $11 millones, "donados por Banco Banorte S.A."

Esta información no coincide con la de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que sostiene que la cámara hiperbárica del O'Horán se compró con recursos del gobierno federal.

La ASF obligó al gobierno estatal a reintegrar $1.414,700, pagados como sobreprecio por la compra de la cámara, aunque no objetó la adquisición de ese equipo con recursos del Fondo Federal de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa).

En su auditoría a la Secretaría de Salud, la ASF encontró que en el pedido núm. SSY-LP-RM-27/08 hecho al proveedor Distribuidor de Fármacos y Fragancias, S.A. de C.V., (Difasa) - del que no se informa el monto - había incrementos de hasta el 126.7% en la lista de precios, debido a lo cual, explica la ASF, la licitación "se debió declarar desierta y volver a licitar a efecto de obtener los mejores precios". Algo parecido ocurrió en la revisión del pedido núm. SSY-LP-RM-25/08, al proveedor Abastecedor Hospitalario de Sureste, S.A. de C.V. Los auditores observaron incrementos del 99.2% en su lista de precios. En ambos casos, según la ASF, el gobierno estatal informó que había iniciado la investigación correspondiente para deslindar responsabilidades.

En el caso de Abastecedor Hospitalario de Sureste, esta compañía presentó 16 facturas de insumos médicos por un monto de $20.046,000, pero la SSY no mostró evidencias de la recepción de esos insumos. También se detectó que en el contrato núm. SSY-LP-RM-25/08, celebrado con esa compañía, para el suministro, abasto y entrega de material de curación a la SSY, esta dependencia le pagó indebidamente $721,400 por concepto de almacenamiento de los insumos médicos, en tanto a Difasa le entregó por almacenamiento y distribución de medicinas y otros insumos, la cantidad de $4.959,000. En el contrato con esa empresa -SSY-LP-RM-27/08 - se especifica que el almacenamiento y distribución correrá por su cuenta.


21 febrero 2011
Otro raro manejo del erario
Se pagó de más en la compra de una cámara hiperbárica
Política y Gobierno


La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) habría usado casi once millones de pesos de recursos federales en 2009 para comprar una cámara hiperbárica para el hospital O' Horán, no obstante que Banorte entregó ese mismo año un donativo por una cantidad similar para adquirir ese equipo.

La SSY no sólo habría gastado dinero federal para esa cámara, en lugar de invertir el donativo, cuyo destino se desconoce, sino además pagó al proveedor un sobreprecio de 14.7 por ciento, equivalente a $1.414,700, según investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

También en 2009 la dependencia yucateca intentó hacer otras cuantiosas compras, en este caso de insumos médicos, mediante el pago de sobreprecios de 99 a 126 por ciento, pero éstas se frustraron cuando la ASF descubrió la operación. De acuerdo con una auditoría realizada a la SSY por la Auditoría Superior de la Federación, esa dependencia firmó un contrato en 2009 con la compañía Patrupa Industrial, S.A. de C.V. (PISA), para la adquisición de una cámara hiperbárica "multiplaza".

El contrato original, dice la ASF, establecía que se debía pagar un importe total de $9.565,200 y que dicho precio sería fijo y no podría incrementarse bajo ninguna circunstancia. Empero, la SSY entregó $1.414,700 de más al proveedor, para hacer un total de $10.979,900. El pago de este sobreprecio se hizo con recursos del Fondo Federal de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa), y se presume que de allí mismo habrían salido los otros $9.565,200.

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