¿Quién pagó por la cámara hiperbárica?

21 febrero 2011
Noticias de Yucatán

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21 febrero 2011
No se sabe si se usaron fondos de Banorte o federales
Un médico ajusta la cámara hiperbárica individual  que ofrece servicio en el hospital Agustín O'Horán de Mérida
Un médico ajusta la cámara hiperbárica individual que ofrece servicio en el hospital Agustín O'Horán de Mérida Ver fotos(1)

El 13 de enero de 2009, en una rueda de prensa en Palacio, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, acompañada de altos funcionarios de Banorte, anunció la entrega por ese banco de un donativo de once millones de pesos para la adquisición de una cámara hiperbárica.

El equipo podría atender a 20 pacientes al mismo tiempo y, según dijo la jefa del Ejecutivo, sería la quinta de su tipo en el continente americano.

En su Tercer Informe de Gobierno, la señora Ortega ratificó esa información y en uno de sus anexos dijo que se adquirió una cámara hiperbárica para el hospital O'Horán con un valor de $11 millones, "donados por Banco Banorte S.A."

Esta información no coincide con la de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que sostiene que la cámara hiperbárica del O'Horán se compró con recursos del gobierno federal.

La ASF obligó al gobierno estatal a reintegrar $1.414,700, pagados como sobreprecio por la compra de la cámara, aunque no objetó la adquisición de ese equipo con recursos del Fondo Federal de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa).

En su auditoría a la Secretaría de Salud, la ASF encontró que en el pedido núm. SSY-LP-RM-27/08 hecho al proveedor Distribuidor de Fármacos y Fragancias, S.A. de C.V., (Difasa) - del que no se informa el monto - había incrementos de hasta el 126.7% en la lista de precios, debido a lo cual, explica la ASF, la licitación "se debió declarar desierta y volver a licitar a efecto de obtener los mejores precios". Algo parecido ocurrió en la revisión del pedido núm. SSY-LP-RM-25/08, al proveedor Abastecedor Hospitalario de Sureste, S.A. de C.V. Los auditores observaron incrementos del 99.2% en su lista de precios. En ambos casos, según la ASF, el gobierno estatal informó que había iniciado la investigación correspondiente para deslindar responsabilidades.

En el caso de Abastecedor Hospitalario de Sureste, esta compañía presentó 16 facturas de insumos médicos por un monto de $20.046,000, pero la SSY no mostró evidencias de la recepción de esos insumos. También se detectó que en el contrato núm. SSY-LP-RM-25/08, celebrado con esa compañía, para el suministro, abasto y entrega de material de curación a la SSY, esta dependencia le pagó indebidamente $721,400 por concepto de almacenamiento de los insumos médicos, en tanto a Difasa le entregó por almacenamiento y distribución de medicinas y otros insumos, la cantidad de $4.959,000. En el contrato con esa empresa -SSY-LP-RM-27/08 - se especifica que el almacenamiento y distribución correrá por su cuenta.


21 febrero 2011
Otro raro manejo del erario
Se pagó de más en la compra de una cámara hiperbárica
Política y Gobierno


La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) habría usado casi once millones de pesos de recursos federales en 2009 para comprar una cámara hiperbárica para el hospital O' Horán, no obstante que Banorte entregó ese mismo año un donativo por una cantidad similar para adquirir ese equipo.

La SSY no sólo habría gastado dinero federal para esa cámara, en lugar de invertir el donativo, cuyo destino se desconoce, sino además pagó al proveedor un sobreprecio de 14.7 por ciento, equivalente a $1.414,700, según investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

También en 2009 la dependencia yucateca intentó hacer otras cuantiosas compras, en este caso de insumos médicos, mediante el pago de sobreprecios de 99 a 126 por ciento, pero éstas se frustraron cuando la ASF descubrió la operación. De acuerdo con una auditoría realizada a la SSY por la Auditoría Superior de la Federación, esa dependencia firmó un contrato en 2009 con la compañía Patrupa Industrial, S.A. de C.V. (PISA), para la adquisición de una cámara hiperbárica "multiplaza".

El contrato original, dice la ASF, establecía que se debía pagar un importe total de $9.565,200 y que dicho precio sería fijo y no podría incrementarse bajo ninguna circunstancia. Empero, la SSY entregó $1.414,700 de más al proveedor, para hacer un total de $10.979,900. El pago de este sobreprecio se hizo con recursos del Fondo Federal de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa), y se presume que de allí mismo habrían salido los otros $9.565,200.

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